La catedrática gallega Inmaculada Paz Andrade recibe el primer premio María Wonenburger

E. Á.

SOCIEDAD

16 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Haciendo frente a los problemas de sonido e iluminación del Museo Pedagóxico de Galicia, en Santiago, la catedrática de Física Aplicada de la USC, Inmaculada Paz Andrade, recibió el primer Premio María Wonenburger, que distingue las trayectorias más relevantes de mujeres en el campo de la ciencia.

Y la de Paz Andrade, Ada para los que la aprecian, es una trayectoria relevante. De su semblanza se encargó otra investigadora de prestigio, Tarsi Carballas. «Non ten un carácter doce, senón brusco», recordó Tarsi de su amiga y compañera, añadiendo que debajo de esta coraza «hai unha Ada branda, ata o punto de poñer en perigo o seu posto polos alumnos e compañeiros diante do Tribunal do Orde Público no 68». La que fue la primera mujer catedrática de la Facultad de Física tuvo que hacer frente en su carrera a numerosos escollos por su condición de mujer, por sus ideas políticas y por el efecto estación de la Universidade de Santiago, adonde llegaban catedráticos de otras comunidades que solo pasaban una temporada de tránsito en Galicia y se dedicaban a deshacer los grupos constituidos.

Paz Andrade, que recibió el premio de manos del vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, resumió su vida como la trayectoria de un barco que sale del puerto, recordando a su maestro en Manchester, Henry Skinner, y sin olvidarse de los políticos. «Como pronto vou ter que deixar o coche, gustaríame ir a Madrid no AVE», ironizó.