La ministra insistió en Ourense en que el mal no afecta al consumo ni a la calidad de los productos de las reses
07 dic 2007 . Actualizado a las 02:10 h.La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, dijo ayer en Ourense que una vacuna contra la lengua azul fabricada en un laboratorio de Galicia comenzará a aplicarse en España y, después, si tiene éxito, en el resto de Europa. La ministra explicó que la enfermedad entró en Europa por España y Portugal procedente de Marruecos. «Pero ahora España es el primer país europeo que cuenta con una vacuna para la erradicación de los serotipos 1 y 4 de esta enfermedad fabricada por un laboratorio veterinario de Galicia», dijo. Espinosa añadió que la enfermedad no afecta a la calidad de los productos derivados de las reses, aunque sí puede provocar una alta mortalidad de los animales afectados.
Los mosquitos siguen en el punto de mira cuando se trata de frenar enfermedades del hombre o de los animales. Galicia no es ajena al despliegue de alerta. De manera oficial, no ha padecido focos de lengua azul o gripe aviar, pero siguen armadas las trampas para detectar los mosquitos y dispositivos para estudiar la salud de aves de paso.
Expertos en patología animal dicen que la aparición de un foco de lengua azul (que no afecta a las personas) en Guipúzcoa y los tres animales detectados con el mal en Galicia y Asturias no son un buen augurio con vistas al próximo año cuando regresen las altas temperaturas y los mosquitos se multipliquen. El mosquito Culicoides imícola, responsable del avance de la lengua azul desde el sur peninsular, no abunda en Galicia. Según el coordinador del programa de vigilancia entomológica en España, el veterinario Javier Lucientes, las montañas actúan de barreras y quizás el mayor peligro para su llegada sean las zonas costeras gallegas, más cálidas, pero insiste sobre todo en los programas de prevención para evitar las reses enfermas. En el sur de España, donde el mal ya es endémico, es un problema de primer orden para los ganaderos. El primo del imícola, el Culicoides obsoletus está por todas partes en Galicia, sobre todo en los meses cálidos. Junto con el Culicoides dewulfi es el que ahora trae de cabeza a Europa en el intento de parar la fiebre catarral que no afecta a los humanos. Las vacas no se resienten mucho, al contrario que ovejas y cabras, pero son una reserva de la enfermedad. Al menos están circulando dos serotipos del virus, el 1 y el 4, y en Centroeuropa se mueve el 8. Los cambios ambientales parecen favorecer a los virus exóticos. Y la gripe aviar es aún un pozo de sorpresas para los expertos.