Aunque no parece haber dudas científicas acerca de que Galicia está fuera del huso horario que le corresponde, las prioridades políticas u oportunidad de cambiar la hora oficial no coinciden. Incluso algunos municipios gallegos deberían tener dos horas menos respecto a la española para ajustarse a la hora sola.
La propuesta del cambio de huso horario gallego nacida en las bases del BNG se consideró en las filas socialistas como un asunto menor, o fuera de los compromisos programáticos del Gobierno bipartito. En diciembre pasado, el presidente Emilio Pérez Touriño ya dijo que no se encontraba en la agenda de la Xunta aunque, al igual que, José Blanco, expresó su respeto por la propuesta y su disposición a estudiarla, en especial si hay justificación de ahorro energético. El secretario de Organización del PSOE moduló su opinión, luego de considerar el asunto una «chorrada». El presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez, ironizó sobre las discrepancias y la propuesta de «autodeterminación horaria».
Seguir madrugando con noche en Galicia mientras Cataluña lo hace con día y mantener las largas tardes de paseo estival, o ahorrar electricidad a costa de incomodidades para comercio o transportes siguen centrando el debate.