El termómetro subió a 22 grados en el Ártico en verano

SOCIEDAD

04 oct 2007 . Actualizado a las 03:19 h.

El Ártico se calienta y alcanza niveles récord de adelgazamiento de la capa de hielo. Dos nuevos estudios han confirmado lo que para los científicos es ya algo más que una evidencia, aunque el fuerte deshielo experimentado en los últimos dos años, y en especial el pasado verano, sorprende por la rapidez con que se está produciendo, que supera todas las expectativas. De hecho, la posibilidad de que el Ártico sea navegable hacia el 2040, un plazo dado por los investigadores hace algo más de un año, podría ser demasiado generosa. Ahora ya no se descarta que este fenómeno se produzca hacia el 2020.

De las nuevas investigaciones que han salido a la luz esta semana, la aportada por científicos de la Universidad canadiense de Ontario ofrece un dato demoledor: las temperaturas registradas el pasado verano en el Polo Norte llegaron a alcanzar los 22 grados de máxima en el mes de julio. «Esto es algo excepcional para un lugar en el que la temperatura media es de cinco grados. Este año hemos registrado con bastante frecuencia temperaturas de entre 10 y 15 grados y algunos días subieron hasta los 22», explicó Scott Lamoureux, profesor de Geografía en la Universidad de Queens. Las medidas se tomaron durante una expedición que se realizó en verano en la isla Melville. Lo sucedido es la enésima prueba del calentamiento global que está experimentado el planeta. Al menos así lo cree Walter Meir, del Instituto Nacional del Hielo y la Nieve de Colorado (EE.??UU). «Ha sido el calentamiento -dijo-, con temperaturas sobre tres y cuatro grados por encima de lo normal para junio, julio y agosto, particularmente en el norte de Siberia, donde las temperaturas incluso se han situado entre cuatro y cinco grados por encima de la media».

El segundo estudio, coordinado por la NASA, no es mucho más esperanzador, ya que ha constatado que en los dos últimos años se ha producido un descenso récord en el nivel de hielo perpetuo del Ártico. En concreto, el polo ha perdido casi una cuarta parte de su superficie, un 23%, desde el 2005.

Récord de deshielo

Entre 1970 y 1990, el hielo perenne ha declinado en torno a 500.000 kilómetros cuadrados por decenio, una superficie equivalente a la de España, pero los científicos consideran que esta pérdida se está triplicando desde el año 2000. De hecho, la cantidad de hielo que se ha derretido este verano supera el récord de hace dos años y ha afectado a un área como Gran Bretaña.

«¿Puede ser todo atribuible al cambio climático?», se pregunta Michel Jarraud, secretario general de la Organización Mundial de Meteorología. «Eso es muy difícil -responde-, pero la situación es muy, muy alarmante, lo que significa que tenemos que hacer más investigación, observarlo todo con mucho cuidado». El efecto del viento, tal y como apunta el estudio de la NASA, también puede contribuir al proceso.