El mapa gallego del cancerígeno radón no se acaba por falta de dinero

SOCIEDAD

La emisión del granito causa el 10% de los tumores de pulmón de Galicia, la zona más afectada de España

18 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«No necesito dinero. Sólo dos contratos de titulados en FP para que midan las mil casas que todavía nos quedan sin controlar en las provincias de Lugo y Pontevedra. Con eso, antes de que acabe el año tengo los datos para un mapa gallego del radón». Así de contundente y aburrido de pelear con la Administración se muestra Juan Miguel Barros Dios, profesor de Medicina Preventiva en Santiago y seguramente el mayor conocedor de la situación de Galicia con respecto al gas radón.

Barros lleva desde el año 91 luchando por conseguir hacer un mapa gallego del riesgo que entraña este gas, causante de un 10% de los cánceres de pulmón. Tras años de lucha, en el 2001 consiguió que la Xunta financiase una fase del trabajo con diez millones de las antiguas pesetas. Estaba previsto visitar 3.000 viviendas de las cuatro provincias gallegas, pero sólo llegó para unas 1.600 de A Coruña y Ourense. Harto de esperar un dinero que no llegaba, Barros Dios obtuvo la ayuda de otra parte, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). No recibe mucha cantidad, 72.000 euros, pero gracias a esta aportación espera que en diciembre del 2008 esté concluido el estudio: «Sólo tengo a una persona realizando el trabajo, aunque hace las labores del laboratorio también. Es un chico que tiene FP y que ni siquiera es mileurista, porque sólo cobra 700 euros». De ahí que más que dinero pida contratados. Estos deberían ir por las 1.000 casas que faltan (300 en Vigo, pues en la ciudad se visitaron menos de 50).

A finales de mes Barros tiene que preparar una memoria con los datos recogidos este año, pero no se atreve a aventurar ninguna conclusión con este informe hasta que no lo estudie bien. En un año estará terminado el trabajo de campo y para el 2010 se podrá presentar un análisis profundo de cómo está Galicia, nada menos que veinte años después de comenzado.

Y eso que las cifras son espectaculares: «En el 92-94 teníamos un grupo de control (personas sanas) de 241; este año volvimos a hacerlo y vimos que 5 tenían cáncer de pulmón, y eso que 3 no fumaban. En sus casas los niveles eran de 500 bequerelios, frente a los 150 de media de los sanos».