«Dejar de dar el pecho fue el mayor trastorno colectivo del comportamiento en toda la historia»
SOCIEDAD
Vázquez de la Cruz es el responsable del Área del Niño del centro coruñés.
-¿Cuál es la base de este proyecto del Teresa Herrera?
-Las mujeres que tienen el espíritu altruista de donar algo de lo más profundo de su vida, lo que la naturaleza les proporciona para su hijo. -Resuma su importancia. -Sobre todo, que se beneficiarán los más pequeños. La leche de la mujer es un alimento extraordinario, es un elemento vivo que, aparte de nutrientes (159 conocidos), proporciona defensas. Es tan sublime y perfecto el mecanismo de producción que la leche de la madre de un niño prematuro tiene más proteínas que la de una mujer que llega a término el embarazo. Hay un porcentaje de niños que se mueren o quedan con secuelas terribles por enfermedades que se pueden prevenir con la lactancia. Se van a salvar vidas y, además, se revalorizará la alimentación materna.
-¿Vuelta a lo natural?
-La lactancia materna se está recuperando. Haberla abandonado, como sucedió pasada la mitad del siglo XX, cuando se dejó de dar el pecho por la liberación de la mujer, los cambios en la familia y la presión comercial, fue el mayor trastorno colectivo del comportamiento de la historia porque fue en contra de las propias conveniencias del ser humano. Fue una cosa anómala, como si existiera un estado de drogadicción masiva. Incluso se habla de que la administración a tantísimos millones de niños de sustancias artificiales y leches de otras especies fue el mayor experimento realizado sin control alguno.
-¿Confía en el éxito del plan?
-Espero una buena respuesta, porque la gente intuye que tenemos la obligación de cuidar lo mejor posible a nuestros hijos, a nuestros niños. Entre las prácticas más nobles que tiene la humanidad está amamantar. Son cosas a conservar y en este caso, a rescatar. Pero hay que decir que la lactancia materna es muy difícil. De aquí, del hospital, salen amamantando el 90% de las mujeres, pero a los cuatro meses ya sólo dan el pecho el 18%, y a los seis, el 4%.