madrid | Los ciudadanos ecuatorianos son los más saludables de los inmigrantes no comunitarios residentes en España, ya que el pasado año hubo 258 defunciones entre los 421.384 empadronados, lo que supone una tasa de un 0,61 por mil, seguidos muy de cerca por los rumanos, incluidos desde enero en la UE. La tasa bruta de mortalidad en España fue casi 14 veces mayor que la de estos inmigrantes, un 8,4 por mil, según datos del 2006 avanzados por el INE, cifra parecida a la que alcanzan en esta estadística los fallecimientos de alemanes y británicos, muchos de los cuales son residentes jubilados.
Las razones de estas diferencias entre los extranjeros, que ya suponen un 9,9% de la población, son la edad -más de la mitad de los alemanes y británicos superan los 50 años, mientras entre los no comunitarios son mayoría el grupo de 20 a 39 años- y las patologías de países desarrollados. Los expertos señalan que los inmigrantes latinoamericanos, africanos, asiáticos o de países del Este son una población «joven y sana», aunque la percepción es que frecuentan mucho las consultas (en algunas zonas representan el 60% de los pacientes) y las urgencias hospitalarias, y que los profesionales deben afrontar las peculiaridades de otras culturas con un mayor conocimiento antropológico y social.
Los extranjeros fallecidos en el 2006, según el INE, fueron 9.691 (el 2,61% del total: 371.267), y casi tres de cada cuatro habían nacido en la UE. Los de Alemania (7,85 por mil) y el Reino Unido (7,28 por mil) son mayoría en esta estadística. Los más saludables, después de los ecuatorianos, son los rumanos (0,67 por mil) y los colombianos (0,71 por mil).