El mayor uso del coche amenaza la calidad del aire de las urbes gallegas

SOCIEDAD

Una ley obligará incluso a las grandes ciudades a cortar el tráfico si?se sobrepasa el cupo?de gases permitido

12 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

redacción | Las ciudades gallegas gozan de una buena calidad del aire y en ningún caso superan los límites establecidos por la ley. La afirmación es cierta, pero habría que añadir un matiz: por ahora. El tráfico rodado, cuyas emisiones se incrementaron en un 93% en los últimos quince años en Galicia, amenaza con desbaratar las previsiones e incrementar en un futuro a corto plazo las emisiones de óxido de nitrógeno, partículas en suspensión y ozono hasta el punto de acercarse peligrosamente e incluso rebasar los niveles marcados por una legislación que será cada vez más exigente. La advertencia la lanza el director del Laboratorio Galego de Medio Ambiente, Miguel Costoya, cuyo departamento es el encargado de realizar las mediciones en la comunidad. «Si no se toman medidas -explica- podemos llegar a una situación de riesgo severo, no para la salud, pero que sí nos pueden llevar a superar los límites legales si no se hace nada. No deberíamos esperar a que llegue el problema, sino actuar cuanto antes», señala el experto.

En principio, ciudades como A Coruña, que soporta una intensidad de tráfico diaria de 100.000 vehículos concentrados en un único punto, Alfonso Molina, o Vigo se acercan en ocasiones a lo largo del año a los niveles máximos o incluso los superan puntualmente, lo que no quiere decir que incumplan la ley, ya que para ello sería necesario sobrepasarlos durante una hora.

Transporte de cercanías

«Tenemos una necesidad imperiosa de un transporte de cercanías que sustituya el vehículo particular», explica Miguel Costoya, quien también lamenta que la toma de conciencia del problema aún no haya llegado al ciudadano medio, a diferencia de lo que ocurre con las empresas», aunque en este caso también por la presión de las leyes.

La Xunta no se plantea adoptar medidas drásticas como Cataluña, que ha limitado la velocidad en el área metropolitana de Barcelona, acción que, de momento, ha descartado porque los niveles de contaminación no son comparables. A las asociaciones ecologistas gallegas, sin embargo, no les disgusta la iniciativa catalana, ya que vienen reclamando desde hace tiempo la imposición de límites de paso a los centros urbanos o incluso el pago de un peaje.

Las nuevas iniciativas llegarán con la Ley de Calidad del Aire, en trámite en el Congreso, y que obligará a los ayuntamientos de más de 250.000 habitantes a adoptar medidas preventivas e incluso a cortar el tráfico si se superan los límites de polución. Esta norma también impondrá a las grandes urbes la inclusión de la lucha contra la contaminación en los planes de ordenación urbana. Mientras tanto, otra ley ya aprobada, la de evaluación ambiental estratégica, establece que los municipios deberán incorporar planes de movilidad para reducir las emisiones.