El mal tiempo, justificación para mil y un retrasos en actuaciones al aire libre, no ha alterado hasta ahora el calendario previsto para la terminación del nuevo parque de Ramírez. Eso mantuvo ayer al menos la concejala de Urbanismo, María Pardo, tras la visita que realizó a estas obras en compañía de sus responsables técnicos y del jefe de Parques e Xardíns. Los trabajos van a buen ritmo, afirma la edila. Tanto que hasta es posible que culminen una semana antes de lo programado, en la primera de mayo, dentro de un mes.
Lo ejecutado hasta ahora ya permite observar el cambio radical en la fisonomía del parque que buscaba el nuevo proyecto, para tranquilidad de los padres con más de un hijo. El anterior diseño impedía el control de todo el ámbito con una sola visual. En sus más de 700 metros cuadrados habrá varios espacios de juego para los pequeños, distribuidos por edades, y zonas con asientos para que sus padres puedan seguir sus juegos. Una pista polideportiva completará la oferta infantil, mientras que los mayores dispondrán de un área con un circuito de elementos biosaludables. Según Pardo, será «el mejor parque de Santiago, muy necesario en la zona del Ensanche», en la que definitivamente se ha descartado el arreglo temporal del patio del Peleteiro mientras se ejecutaban estas obras. La edila dice que el retorno que tendría su inversión no justificaba ese gasto para una solución puntual en pleno invierno, aunque no descarta que se pueda estudiar con la propiedad una propuesta más a largo plazo mientras no se actúe sobre el ámbito del antiguo colegio.