El alumnado de la USC ve «factible» paralizar la norma de permanencia

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Las organizaciones estudiantiles han decidido hacer frente común ante ella

30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Llevaba meses gestándose en los pasillos de la Universidade y finalmente, ha visto la luz. Tras años de luchas entre las organizaciones estudiantiles, con escisiones, creaciones y desapariciones, parece que la controvertida normativa de permanencia de la USC ha conseguido unir, de una vez por todas, a todos los estudiantes. Precisamente por eso, y aunque formalmente no funcionan como tal, las organizaciones de alumnos han creado una plataforma para hacer frente común. No falta ninguna sigla de las de mayor representación en la institución académica compostelana.

Y son optimistas. Ven «factible» paralizar la aplicación de la polémica norma -que todavía debe de analizar el Consello Social, que será el que tenga la última palabra sobre su aprobación- en el caso de que haya una contestación contundente por parte de los estudiantes.

El próximo 9 de noviembre será la prueba de fuego para la primera unión real de los estudiantes desde las protestas contra la LOU. Comités, Sindicato de Estudantes, Liga Estudantil Galega -una escisión de Comités-, Movemento Estudantil Universitario Iesga y Agir han convocado conjuntamente un paro y una manifestación a las 12.30 en la plaza de Toural que, a buen seguro, terminará a las puertas de San Xerome.

Y es que parece que el alumnado quiere forzar -si la protesta cuenta con una afluencia masiva- una negociación con el equipo de gobierno, que, según afirman las fuerzas estudiantiles, guarda silencio desde que el Valedor do Estudante instó al Rectorado a abrir el diálogo con los afectados para llegar a un acuerdo sobre los puntos conflictivos de la norma.

Dos de estos son los epígrafes calientes que quieren abordar los estudiantes con el gobierno de Juan Casares Long: la desaparición de la figura de no presentado, que pasa a considerarse suspenso y por tanto agota la convocatoria, y la obligatoriedad de matricularse cada curso de las materias que hayan suspendido el año anterior, con la consecuente «carga económica» extra para los alumnos. Además, las protestas se centran también en la obligatoriedad de tener aprobadas todas las asignaturas antes de poder realizar el trabajo de fin de grado.

Asambleas

Precisamente para contar con la mayor fuerza posible a las puertas de San Xerome, las organizaciones estudiantiles ya han puesto sus recursos a funcionar. Están ya organizando asamblras en todos los centros de la Universidade para explicar a los estudiantes de grado -muchos de ellos recién llegados- qué supone la aprobación de una norma que, por el momento, no se contempla en los mismos términos en las otras dos universidades gallegas.

Además, está habiendo ya reuniones en las que se contempla un nuevo calendario de movilizaciones y la puesta en marcha de actividades paralelas a las huelgas y manifestaciones, aunque está todavía en un estado incipiente.