El 23,6% de los partos realizados en 2010 en el Clínico fueron mediante cesárea, y en julio de este año, último mes del que se tienen cifras cerradas, el 18%, lo que supone una reducción de poco más del 5%. El hospital público compostelano se ha adherido este año al proyecto de adecuación de cesáreas promovido por la dirección de Asistencia Sanitaria del Sergas. El objetivo de esta iniciativa es que se hagan solo las cesáreas que estén indicadas y no se programen en exceso, explica el subdirector xeral del departamento autonómico, Ángel Facio.
Al evitar una cesárea se consigue que la mujer se recupere antes del parto, pueda regresar antes a su casa, y tenga una vivencia más agradable de ese instante tan importante en su vida, señala María Ruth Aguiar, especialista de Ginecología y Obstetricia del Hospital Provincial de Pontevedra, quien expuso los primeros resultados de ese proyecto en Santiago, en las quintas jornadas de salud perinatal organizadas por el Servizo Galego de Saúde (Sergas).
Ribeira, el mejor hospital
El programa comenzó en cuatro hospitales públicos el año pasado. El que registró el mejor resultado fue el de Ribeira, donde se redujeron las cesáreas del 32,2 al 22,2%, diez puntos. Le siguieron los de Pontevedra (del 24,7 al 19%) y Lugo (del 31,5 al 28%), mientras en Ourense las cifras se mantuvieron prácticamente iguales.
«La reducción en Pontevedra supuso que se programasen 97 cesáreas menos, que es una cifra relevante. El objetivo es que en los hospitales adheridos a este proyecto las cesáreas estén adaptadas a un modelo que cumple un criterio de calidad. Este año, a los cuatro iniciales se unieron Santiago, A Coruña, Ferrol y O Salnés y los resultados parecen ser muy buenos en todos», agrega Aguiar.
Pérdida de un hijo
Ángel Facio destaca la alta participación en las jornadas, en el Palacio de Congresos: «As nosas previsión resultaron desbordadas por acudir máis de 300 especialistas de enfermaría, xinecología, pediatría, médicos de familia e outros», afirma.
Uno de los asuntos abordados fue la pérdida de un hijo, bien por un aborto, en el parto o en los primeros instantes de la vida: «Aínda que a mortalidade perinatal baixou moito e é moi escasa é unha situación difícil para familias e profesionais», indica. Destaca asimismo el programa de seguimiento y control del embarazo normal en la sanidad gallega.