Tras el incendio que la pasada semana causó graves daños en un piso en Bertamiráns, los bomberos de Santiago aclararon que el equipo del parque municipal acudió inmediatamente después de recibir la petición de ayuda por parte de los trabajadores del Grumir de Brión, que habían asumido la extinción del incendio. El aviso a Santiago se produjo 55 minutos después de la alerta recibida en Brión y, la petición de ayuda, se recibió cuando «vieron que no eran capaces de acabar con el fuego», apuntaron fuentes de los trabajadores de Santiago. Estas mismas fuentes dijeron que los Grumir están formados por trabajadores contratados que «tienen mucha voluntad, pero que carecen de la formación adecuada, no son bomberos», insistieron los trabajadores del parque de bomberos de Santiago. Lamentaron que habitualmente se habla de los Grumir como si fueran bomberos, «cuando no lo son» y, además asumen riesgos sin tener la formación ni la preparación adecuada.
Fuentes de los trabajadores del parque indicaron que el problema de fondo es que la comarca no dispone de un parque de bomberos y las emergencias son asumidas por los miembros de los Grumir o se recurre a Santiago, pese a «que no tenemos la obligación legal de acudir». Estas fuentes indicaron que, hace más o menos un año y medio, la entonces concejala de Seguridade Cidadá, Marta Álvarez-Santullano, mantuvo una reunión «informal» de la que salió un preacuerdo, que «no se materializó» y del que se desmarcan alguno de los actuales representantes de los bomberos.
Actualmente, los trabajadores insisten en que se está «funcionando a salto de mata» y se atienden las salidas «pese a no tener obligación», tal y como lo reconoce el Tribunal Supremo. Apuntaron que, si bien es cierto que las denuncias contra quién da la orden de salir quedan en nada, las sentencias son así porque el bombero no sufre daños, pero se preguntan qué pasaría si hubiera un accidente durante una de estas salidas a la comarca. Por otro lado, recuerdan que cuando los bomberos salen fuera de Santiago, el parque queda mermado y, en algunos casos, sin personal para atender emergencias.