El congreso de geriatría pide profesionales para responder al envejecimiento gallego

j. g. santiago / lA voz

SANTIAGO

01 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En el 66% de los ayuntamientos gallegos (199 del total de 315) residen dos personas mayores de 65 años por cada joven, lo que coloca a la comunidad como «el territorio más envejecido de Europa», según recientes datos oficiales; y unos 56.000 mayores de 80 años viven solos. Así se indicó en el 23 congreso de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), celebrado en la Facultad de Medicina. Participaron más de 200 profesionales y se presentaron sobre medio centenar de trabajos, en diferentes formatos.

En las sesiones se demandaron más profesionales para responder a las necesidades de este envejecimiento, que se acompaña de graves problemas como alzhéimer y otras demencias, o dependencia.

En los hospitales gallegos solo ejercen 15 geriatras. Hay dos unidades especializadas, una en el complejo hospitalario de Vigo y otra en el de Lugo; y trabajan algunos más en Ourense y A Coruña. La SGXX reivindica un «mínimo ideal de una unidad por cada hospital público y al menos 4 o 5 geriatras en cada una de ellas, lo que eleva la cifra a unos 50 profesionales, solo en la sanidad pública», indican.

El geriatra vigués Arturo Vilches indicó que «el 12% de las personas entre 64 y 74 años requiere algún tipo de hospitalización a lo largo del año, proporción que aumenta al 16% a partir de los 75 años».

Concepción Martínez, directora de un centro de mayores de Novacaixagalicia, recomendó para prevenir el mal envejecimiento «ejercicio físico, buena alimentación y vivir la vida en privado y en colectivo».

Experiencias

El doctor López Rocha, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Residencias se refirió a la «grave impactación fecal», que sufren unas 100.000 personas en Galicia, y sobre dos millones en el conjunto de España. Atribuyó en parte este problema a no tomar medidas efectivas contra un problema como el estreñimiento crónico.

Rocío Fernández, de la residencia Geriatros de Laraxe, expuso la experiencia con un paciente epiléptico, que ingresó encamado, con problemas de movilización y alimentación, entre otros, y cómo mejoró y se situó «en valores razonables» tras la atención recibida de forma controlada en un seguimiento de 90 días: intervino un equipo multidisciplinar integrado por profesional médico y otros de enfermería, trabajo social, psicólogo, fisioterapia, gerocultura y una farmacéutica del Sergas, y consiguieron que volviese a comer solo, andar, y otras muestras de evolución positiva.