Kusko regresa a sus orígenes

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Retoma el contacto con el fútbol al abrigo del Compos, el club que lo catapultó

26 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Manuel Villar Paniagua, conocido futbolísticamente como Kusko, es un año mayor que el madridista Raúl, hoy enrolado en las filas del Schalke 04. Todavía recuerda cuando ambos frisaban la mayoría de edad y se enfrentaron, uno en el Compos y el otro en el filial merengue. Cruzaron algunas palabras, porque los dos soñaban con la élite. Y Raúl le confesó que veía difícil asentarse no ya en el primer equipo, sino incluso en el filial.

Desde entonces y hasta hoy la noria del fútbol ha dado muchas vueltas. Y, en el caso de Kusko, estas últimas semanas han significado un cierto reencuentro con sus orígenes, ya que ha tenido la oportunidad de entrenar de nuevo con el equipo que lo catapultó, el Compos, ahora Campus Stellae. Han pasado dieciocho años y de aquella etapa casi todo ha cambiado, salvo la historia, inamovible, y las instalaciones, que siguen siendo modélicas aunque han perdido brillo. En cualquier caso, un lujo para la Preferente.

Libros y balón

Kusko no acabó de dar el salto a la élite. Siempre combinó el fútbol con los estudios, supeditando el balón a los libros. Según a quién se le pregunte, unos dirán de él que es un lateral, otros que un interior, y más de uno lo identifica como delantero. Porque se ha movido por todo ese abanico, sacando punta a su velocidad y a su olfato para el gol.

Despuntó en los juveniles del Vista Alegre y de ahí pasó al Compos. Hizo la pretemporada con el primer equipo el año del ascenso a Primera División. Y después de tres años en la entidad blanquiazul recaló en el Pontevedra, en Segunda B, de la mano de Baleato. También jugó en el Lalín, en categoría de bronce, y en el Negreira, en Tercera.

Luego hizo un paréntesis para centrarse en los estudios. Regresó al fútbol de la mano del Ribeira, en Preferente, y de ahí pasó al Arousa, en Tercera División. De nuevo echó el freno, esta vez para preparar las oposiciones de Magisterio. Y, tras aprobarlas, firmó por el Boiro. Luego volvió a poner pie a tierra, por más tiempo, por motivos personales.

Futuro abierto

Y ahora se ve otra vez con ganas de volver a las canchas. El Campus Stellae le abrió las puertas para que pudiese entrenar con el primer equipo, para ir recuperando la forma. Para el curso que viene, el club que ahora preside Antonio Quinteiro quiere confeccionar un plantel joven, con gente de la casa y con algún veterano que le dé empaque.

En ese perfil podría entrar Kusko, aunque todavía es muy pronto para aventurar conjeturas. Son muchas las piezas que tienen que encajar. Entre otras cosas, porque está en expectativa de destino laboral. Pero, de momento, se ha reencontrado con el fútbol al abrigo de un Compos que también quiere reencontrarse con un pasado de más gloria.