«Estudiamos la relación de las células madre con tumores»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Investiga también si influyen en el enanismo o en el envejecimiento

03 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las células madre «tienen capacidad de convertirse en diferentes tipos celulares de diferentes tejidos», explica Clara V. Álvarez. Esta investigadora las ha descubierto en la hipófisis, y cree que es un campo del mayor interés para la Medicina, como se demostró esta semana en el simposio organizado por la Academia Médico-Quirúrgica. Su grupo pertenece al IDIS y se instalará en el Centro de Investigación Médica de la USC.

-¿Cuándo se tratarán enfermedades con células madre?

-Hay problemas clínicos y técnicos. Falta conocer las más efectivas, o cuáles se van a diferenciar mejor, entre otras cuestiones. Necesitamos aún mucho trabajo antes de utilizarlas en pacientes de forma rutinaria. Pero hay avances, y se cree que las células madre cultivadas en laboratorio pueden favorecer terapias personales; que ante una enfermedad genética, por ejemplo, se pueda experimentar con células obtenidas de un enfermo y probar fármacos para ver su respuesta. El trabajo con células madre in vitro para tratar de curar enfermedades es un campo que se amplía.

-¿Que supuso conocer el nicho de células madre de la hipófisis, descubierto en Santiago?

-El concepto de nicho indica que las células madre adultas no están solas; hay unas células accesorias que favorecen que se mantengan indiferenciadas y se dividan poco, porque si no se acabarían. En Santiago descubrimos el nicho de la hipófisis. Ahora estudiamos su relación con el enanismo o falta de crecimiento; con tumores, o con el envejecimiento, con cómo se regula la edad de las personas. La hipófisis es la glándula que produce hormonas para el resto del organismo: los ovarios, testículos, suprarrenal, tiroides; y mi idea es que quizá produzca también alguna implicada en mantener los nichos.

-¿Cuál es la importancia de los nichos de células madre?

-Donde se descubren células madre hay un nicho: en la médula ósea, el cerebro, el intestino, la hipófisis, el testículo, la piel. Quizá todos los órganos tengan un nicho, pero faltan por descubrir. Y tratamos de conocer cómo llega información a un nicho y no a otro, para que las células madre actúen por ejemplo ante un problema muscular. Tal vez sean hormonas locales producidas por las células accesorias, o señales que proceden de nervios particulares que contactan con el nicho. Conocer los nichos, y cómo incidir sobre ellos para acelerar la recuperación de un enfermo con fármacos y otras terapias es otro reto que tenemos.

-¿Qué ventaja suponen las células madre artificiales?

-Cuando se descubrieron sus posibilidades en el laboratorio se pensó que eran la solución, que se superaban incluso problemas éticos; que podrían multiplicarse las células madre de una persona y utilizarlas cuando se precisase. Pero el problema es que esas células madre inducidas, conocidas como iPS, crecen demasiado y no resulta fácil diferenciarlas otra vez; y no se parecen tanto a las células madre naturales como se creía: hay diferencias importantes. Debemos tener seguridad de que son exactamente iguales para poder utilizarlas en humanos.

-¿Son mejores las células madre adultas o las embrionarias?

-No está claro cuáles serán más útiles para pacientes. La ventaja de las embrionarias es su cantidad, pues se dividen mucho; pero en animales se verificó que a veces producen cáncer. Las adultas son más fáciles de controlar, pero son pocas para pensar en tratamientos. Hay también problemas de rechazo.

CLARA V. ÁLVAREZ médica, profesora e investigadora de la usc