Una nueva variante acorta el viaje entre Santiago y Muros

Laura López OUTES/LA VOZ.

SANTIAGO

El vial que ayudará a descongestionar el tráfico en la comarca fue abierto ayer

13 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

La variante de Outes, el vial que ayudará a descongestionar el tráfico en la comarca coruñesa de Noia, abrió ayer al tráfico. Se trata de una infraestructura que llega tras décadas de reivindicaciones para mejorar la seguridad vial y que permitirá ahorrar diez minutos en el trayecto Noia-Muros. Ayer se estrenó la carretera, y la satisfacción entre los primeros conductores que cruzaron el puente do Engano, sobre la desembocadura del río Tines -una de las joyas de esta obra-, era notable.

La variante, de una longitud de 4,7 kilómetros, atraerá el tráfico que, hasta ahora, tenía que tomar la AC-550, atravesando todo el núcleo de Serra de Outes, para ir de Noia a Muros. Nada menos que 7.500 vehículos diarios, según los datos de la Xunta. Se trata de una cifra que en verano se multiplica, sobre todo por la afluencia de turistas que cada año se ponen al volante para acceder a las playas de la zona de Muros y Carnota desde Santiago.

Seguridad

Los usuarios, al llegar al núcleo outiense de Ceilán, evitarán atravesar un tramo de 8,2 kilómetros, lleno de curvas, que llega hasta Catasueiro, y realizarán esa ruta por la nueva variante, 4,7 kilómetros. Solo tres minutos, en lugar de doce. Un ahorro de tiempo del 70%. Y por un vial recién estrenado, sin apenas curvas, y con un tramo de un kilómetro donde se permite el adelantamiento.

También el núcleo urbano outiense se libera del tráfico pesado, del ruido, la contaminación y los accidentes. «Un gran avance en seguridade viaria, pois calculamos que circularán 1,6 millóns de vehículos menos ao ano por Outes e aforraranse 700.000 euros en combustible», apuntó el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández. Además de él, a la inauguración de la variante de Outes acudió el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde outiense, Carlos López Crespo. Estuvieron arropados también por regidores de la comarca, diputados, parlamentarios y numerosos vecinos.

Que se estaba viviendo un momento histórico era algo que se notaba tanto entre el vecindario como en el discurso de los gobernantes, sobre todo, en el del regidor de Outes, más lleno de alusiones emotivas que de datos técnicos.

Incluso presentó en público al joven Miguel, un niño de Noia, ligado a Outes por su abuela: «Miguel e eu coincidimos moitas veces nun bar da localidade, e a min sempre me chama ''presidente''. Hai uns meses, díxome: ''Presidente, ¿cando se inaugurará a variante?''. Díxenlle que en decembro ou xaneiro, e que o invitaría ao acto», afirmó Crespo. El joven Miguel se convirtió ya en el símbolo del futuro de la comarca. A él hizo también mención Feijoo, porque por todos los Migueles de la zona, «hoxe, non acabamos os compromisos coa ría de Muros e Noia, porque queremos seguir tendendo pontes». Lo afirmó refiriéndose, entre otras cosas, a la futura construcción de la variante de Noia, «que dará fluidez ao traxecto entre Santiago, Porto do Son, Noia e Ribeira».

Tres años y casi 25 millones

Las obras de la variante de Outes comenzaron en febrero del 2008, y el presupuesto inicial de 12 millones de euros se duplicó debido a las mejoras introducidas en el proyecto. Se trató, por definirlo a grandes rasgos, de mejorar la seguridad y aumentar la dotación de servicios.

De hecho, desde la Xunta aludieron también al enorme «coidado na execución» de los trabajos, debido «á singularidade ambiental da ría e á necesidade de coordinarse coa confraría de pescadores».