Japón y Estados Unidos ya conocen esta técnica pero en España es la primera vez que se aplica. Más de setenta vecinos de Sigüeiro -sobre todo, niños- participaron ayer en la suelta de cinco mil bolas de EM-Dango para la limpieza y recuperación del río Carboeiro -un afluente del Tambre- a su paso por la capital de Oroso. Son bolas de arcilla con microorganismos efectivos para la limpieza y regeneración de los lodos existentes en los ríos.
Estas bolas, además, cuentan con la curiosa circunstancia de que han sido elaboradas en el último mes por unos cuatrocientos alumnos de los centros educativos orosinos y también en el propio centro cultural de Sigüeiro, siguiendo la técnica desarrollada por el doctor japonés Teruo Giga para la depuración de aguas mediante el uso de microorganismos eficientes (EM). Así, los escolares amasaron una mezcla de arcilla y agua, a la que se le añadió una sustancia líquida en la que se agrupan los microorganismos.
Estas bolas -«dango» en japonés- elaboradas con esa masa, de un tamaño semejante al de una pelota de tenis, fueron almacenadas a una temperatura entre veinte y treinta grados durante varios días con el fin de propiciar su fermentación y el crecimiento u multiplicación de los microorganismos.
Ayer al mediodía se depositaron estas bolas en varios tramos de los ríos Carboeiro y Tambre en los que se observaron una excesiva presencia de lodos. La función de estos microorganismos es precisamente la de disolver estos lodos desde el fondo del cauce dando así como resultado final la descontaminación de esos tramos, que es observable en un tiempo razonable: entre tres y nueve meses.
El edil orosino de Medio Ambiente, Xaime Carneiro, mostró su satisfacción «non só pola rexeneración do río Carboeiro senón especialmente pola resposta dos veciños e, en especial, dos máis pequenos, que amosaron que están moi concienciados coa conservación do medio ambiente pois non só amasaron e soltaron as bolas senón que tamén se ocuparon de recollelo todo para deixar tamén limpo o paseo do río Carboeiro».
En esta suelta participaron también activamente los técnicos ambientales Andrés Reboreda y Juan Gaiteiro, quienes explicaron que «cada unha destas bolas de arxila ten uns microorganismos naturais que comen o fango e despois desaparecen», por lo que vaticinan que en los próximos meses «haberá moita máis vida ao longo do río Carboeiro». Una técnica más efectiva y ecológica que, por ejemplo, la del dragado de estas mismas zonas.