La asistencia a un afectado cuesta sobre 10.000 euros al año

La Voz

SANTIAGO

17 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tratar el sida es muy caro, pero lo cubre la sanidad pública: cada persona afectada consume sobre 10.000 euros al año, por lo que el CHUS dedica unos seis millones de euros anuales para este colectivo de enfermos. La mayoría de ese dinero es para pagar la medicación que necesitan, y el resto por el coste de otros recursos sanitarios que utilizan.

Los tratamientos que se prescriben actualmente se han simplificado mucho y tienen menos efectos secundarios. «Hace unos años una persona afectada debía tomar unas veinte pastillas al día, en diferentes horarios, y eso provocaba que muchas veces no se respetase el tratamiento. Ahora, la mayoría precisan de 1 a 3 fármacos al día, por lo que conseguir la adherencia al tratamiento es más fácil. Aunque depende de la situación de cada persona, no se les puede dar lo mismo a todas», señala Arturo Prieto. Ahora la adherencia «es muy buena, más del 90% de los casos, y eso favorece que la infección esté bien controlada. Y hay que tener en cuenta que el tratamiento más adecuado no tiene por qué ser el más caro», agrega este especialista.

La mayor demanda

El sida supone la mayor demanda y la mayor carga de trabajo de los tres especialistas que ejercen en la unidad de enfermedades infecciosas del servicio de Medicina Interna del CHUS. Arturo Prieto afirma que le siguen las infecciones adquiridas en el propio hospital.

Además de la labor asistencial, los especialistas compostelanos dedican esfuerzos a la investigación y trabajan en once proyectos diferentes, buena parte de ellos en colaboración con otros hospitales gallegos o del resto de España. Con la participación de varios centros se trata de conseguir el mayor número de casos para verificar los resultados.

«Las investigaciones que realizamos tratan asuntos de epidemiología, nuevos tratamientos, efectos de los medicamentos que se utilizan, eficacia de esos fármacos y adherencia a los mismos», sostiene.

Prieto insiste en la importancia de conseguir una buena adherencia y que la persona afectada de sida siga bien el tratamiento y consuma los fármacos cuando se le prescriben: «de hecho, parte importante de la consulta se suele dedicar a esta cuestión, es necesario que se tome bien el tratamiento, porque es muy costoso y porque si no se respeta la prescripción disminuye la eficacia», indica.

Para saber si una persona toma bien o no la medicación que se le prescribe para el sida los especialistas le preguntan directamente. Se dan casos en que los pacientes no reconocen que han tenido fallos «pero normalmente nos damos cuenta si dicen o no la verdad, porque por los resultados de los análisis sabemos si consumen correctamente la medicación como se les ha prescrito o no», manifiesta este internista del CHUS.