Cuatro horas esperando a que una ambulancia los lleve a casa

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO CIUDAD

Las urgencias del Clínico solo cuentan con un vehículo en el turno de noche para llevar a los enfermos que fueron atendidos

14 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Al contrario de lo que suele leerse en los medios de comunicación, José María Pérez Martínez, un vecino de Santiago, no tiene ninguna queja de la rapidez con la que atendieron a su esposa, del trato recibido y de la amabilidad del personal del Clínico. Al contrario, asegura que la ambulancia del 061 llegó pronto a recoger a su mujer, y que en el centro hospitalario, a donde llegó desde el punto de atención continuada, «nos atendieron de maravilla».

El problema llegó a la hora de irse a casa. A las 00.43 entró en el servicio de urgencias y a las 2.37 el personal del Sergas solicitó una ambulancia para que los llevaran de vuelta a casa. Su mujer está encamada y acudió al centro sanitario tras sufrir una insuficiencia respiratoria, por lo que aunque residen en el barrio de Conxo, necesitan un transporte especializado. El vehículo apareció a las 06.15, casi cuatro horas más tarde.

El malestar de José María viene porque «es la tercera vez que me pasa». Según este vecino compostelano, las demoras se deben a que por la noche las urgencias del hospital Clínico tienen únicamente un vehículo para trasladar a este tipo de pacientes que han sido atendidos o que no revisten ya gravedad, por lo que si coinciden varios servicios los retrasos se acumulan. «¿Cómo hago yo con una persona tan malita, si solo hay un vehículo toda la noche?».

Desde el propio hospital Clínico confirman que durante el turno de noche solo funciona una ambulancia para este tipo de traslados, porque para las urgencias se movilizan los recursos del 061. José María Pérez añade que las otras veces en las que se vio obligado a esperar, «siempre fueron dos o tres horas mínimo», apunta.

Falta de recursos

Su queja no va evidentemente ni contra el personal del Servizo Galego de Saúde ni contra el de la empresa de ambulancias, que además tienen que trabajar solos durante toda la noche, sino contra la escasez de recursos puestos a disposición de los ciudadanos. Pérez critica la sobrecarga de trabajo de estos profesionales y el hecho de que alguien con un estado de salud tan delicado como su mujer -tiene una válvula en el cerebro, problemas cardíacos y de pulmón- pasen cuatro horas esperando a que la lleven a casa, no por falta de facultativos o tecnologías, sino simplemente por no contar con más ambulancias para realizar los desplazamientos.