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La entrada en vigor del estatuto del estudiante lleva dos años de retraso

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO/LA VOZ.

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La USC cuenta con un documento de derechos y deberes del alumnado que data de hace doce años

21 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«En el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley, el Gobierno aprobará el Estatuto del estudiante universitario previsto en el artículo 46.5 de la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, en la redacción dada por esta ley». Así reza la disposición adicional decimocuarta de la modificación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) que entró en vigor en el mes de abril del 2007. Y sin embargo, hace apenas un mes que el borrador ha recibido el visto bueno del Consejo de Universidades y la Conferencia General de Política Universitaria.

Poco después, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, anunciaba que en un plazo máximo de tres meses el Consejo de Ministros daría luz verde de forma definitiva a un estatuto que pretende poner al estudiante en el centro del sistema de la educación superior en España. De cumplirse los plazos, habrán pasado más de tres años.

En todo caso, la Universidade compostelana se ha cubierto las espaldas y desde el año 1998 cuenta con un documento interno en el que se establecen los derechos y deberes de aquellos que se forman en la USC. La responsabilidad básica que por el momento deben cumplir los alumnos es el estudio y la asistencia a clase. Además, deberán respetar el patrimonio de la Universidade y cumplir con los Estatutos y la normativa vigente, así como cooperar con el resto de la comunidad universitaria.

Entre los derechos se encuentra el de asociación, información, participación en los órganos de gobierno de la Universidade, la confidencialidad de los datos que aporte y la propiedad intelectual de sus trabajos, entre otros.

El borrador del Estatuto de que prepara el Gobierno central, por su parte, va más allá, y entre las novedades que aporta está el hecho de establecer derechos y deberes específicos para los alumnos de grado, posgrado y máster, así como de los que apuesten por la formación continua. Del mismo modo, los representantes del estudiantado deberán cumplir con los deberes inherentes a su cargo y además marcarse una política de confidencialidad de lo debatido en los órganos de gobierno en los que participen.

En todo caso, los más novedoso de este estatuto es la creación de un Consejo del Estudiante Universitario, que «representará al conjunto de los estudiantes» y «velará por la adecuada actuación de los órganos de gobierno de las universidades» sobre los derechos y deberes de los alumnos. Si se cumplen los plazos dados por Gabilondo, es posible que el consejo se reúna a finales de este año.