Un día de perros en el Camino

X. Rodríguez SANTIAGO / A VOZ.

SANTIAGO

Junto a una peregrinación de animales del Refuxio, ayer confluyeron en la catedral 300 vecinos de Boqueixón, 200 personas sordas y grupos con vínculos académicos

13 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las plazas del entorno de la catedral están en un constante estado de ebullición estos días, con miles de turistas y peregrinos actuando como hormigueros en distintas direcciones. En A Quintana una larguísima cola se retuerce, buscando sitio a lo largo y ancho de la plaza, enchufada a las escaleras que conducen al Apóstol Santiago. Los tentáculos del Xacobeo proceden de diversos rincones del planeta, pero también de los rincones más cercanos a la capital gallega.

Pero el protagonismo no es solo humano. También los animales quieren llegar hasta las barbas del Apóstol. Diez perros de la Fundación Refuxio de Animais realizaron ayer la última etapa del Camino de Santiago, desde Bando hasta la plaza de Cervantes. La peregrinación canina tiene un fin muy concreto, que la gente sepa que hay animales abandonados y que hay hogares en donde los perros demostrarán sin duda que son amigos del hombre. Es cuestión de darles una oportunidad para que exterioricen su cariño.

Los diez perros, algunos de ellos veteranos en el Refuxio como Carpi , caminaron en representación de los cuatrocientos que permanecen en la perrera. Muchas personas tuvieron la oportunidad, en la plaza de Cervantes, de informarse del problema canino y de las diversas formas de colaboración que pueden establecerse con la Fundación Refuxio de Animais de Bando.

Retornando a los humanos, el acento de Boqueixón sonó ayer con fuerza en las rúas compostelanas y en la propia basílica. El vecino municipio compostelano escogió el día de ayer para honrar al Apóstol y más de trescientos vecinos se sumaron a la peregrinación. La caminata partió de forma conjunta desde desde A Susana y los viandantes recorrieron los últimos kilómetros de la Vía da Prata para, después de un yantar de confraternidad en la Colexiata de Sar, postrarse a los pies de Santiago, mezclados con los romeros. Como no podía ser de otra forma, la marcha estuvo encabezada por el primer vecino de Boqueixón, Adolfo Gacio, acompañado de miembros de la corporación local. Gacio reclamó en la ofrenda al Apóstol protección para la comunidad del municipio que dirige.