«Un bebé prefiere el contacto con la madre a la comida»

Joel Gómez SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

Adolfo Gómez Papí promueve otro modo de crianza, la lactancia materna, o que bebé y padres duerman juntos

05 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Nuestra forma de crianza solo tiene 100 años» y se caracteriza por el «adultocentrismo: se tienen más en cuenta las necesidades de los padres y las aspiraciones de la sociedad para que sean productivos», afirma Adolfo Gómez Papí, pediatra del Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona, que presentó su libro El poder de las caricias. Crecer sin lágrimas .

La asociación Mámoa y la federación de grupos gallegos de lactancia materna organizaron la presencia de este experto. Defiende el parto natural y que se prolongue la lactancia el tiempo que sea posible: «conozco casos de bebés de 11 y 12 meses alimentados solo con pecho y están perfectamente», afirmó. «Mamar tiene el mismo origen etimológico que feliz y felicidad», hace mucho, pues, que se sabe que es bueno.

«Un bebé prefiere el contacto con la madre a la comida», señala, en eso hay parecido con otros mamíferos. Propone que el recién nacido duerma con sus padres para sentirlos, y que se evite su lloro: «No tienen por qué llorar, sino sentir el contacto piel con piel con su madre y notar su cariño, su calor y su calostro».

La primera hora que pasan juntos madre y criatura «es muy importante para que se establezca el vínculo afectivo y la relación de apego entre ellos», agrega.

Contacto y seguridad

Adolfo Gómez ha comprobado que «cuanto más contacto tiene la madre con el hijo más pendiente está de él». Las pequeñas criaturas «solo se sienten seguras cuando notan el contacto; no tienen noción del paso del tiempo, viven solo el presente: Si la madre le deja, aunque sea poco tiempo, no puede sentir que volverá enseguida, el mundo se le vuelve imposible; no aprenden a esperar por el padre o la madre cuando se ausentan y les dejan solos, en ese caso aprenden que no pueden contar con ellos», enfatizó.

En las primeras 24-36 horas de vida un bebé «es capaz de hacer más cosas de las que pensamos, tienen sensaciones y emociones, son más sensibles que conscientes, no tienen pensamientos racionales. Pero un bebé no puede existir solo sino que es esencialmente parte de una relación».

Adolfo Gómez admite que sus ideas tienen oposición entre colegas; y que hay presión de casas comerciales para favorecer unas prácticas familiares diferentes, la separación de padres y bebés «pero desde el momento de nacer debe haber siempre contacto, incluso si el parto es cesárea», reiteró.

Así habló en el Museo do Pobo Galego para un grupo de madres, muchas con bebés, y algunas embarazadas que se preparan para el parto; y por la tarde le organizaron un curso de lactancia materna con prematuros.