Personas sin techo reclaman atención pública y también los fines de semana

Joel Gómez SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

01 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cáritas, San Francisco, y la Cocina Económica tienen centros de día para personas sin techo en Santiago. Funcionan en el mismo horario y cierran los fines de semana. Tres representantes de este colectivo consideran que se necesita también un centro de titularidad pública, y que abra permanentemente, según explicaron en una jornada organizada por el Colexio de Psicoloxía.

Como ponente participó Patricia Camiña Soutullo, psicóloga del centro de día Vieiro, de Cáritas, ubicado en la rúa Costa Vella. Afirma que en enero han ofrecido 1.153 atenciones, 1.050 en febrero, 1.319 en marzo y 1.233 en abril, con una media de 43 personas nuevas cada mes. Hasta ahora abrían en horario partido de mañana y tarde, pero desde hoy lo harán de 8.00 a 15.00, hasta final del verano. A pesar de que la semana pasada abrió el nuevo centro, de la Cocina Económica «nós non notamos diminución da demanda. De feito hoxe [por ayer] asistimos a 59 persoas», indica Patricia Camiña. Admite que la falta de un centro de día el fin de semana es un problema serio: «nunha cidade como Santiago debía haber tamén un piso semitutelado con posibilidade dunha permanencia máis longa».

Tres grupos

Las personas atendidas en estos centros pertenecen a tres grandes grupos, señala esta psicóloga: «xente sen lar, que itinera de albergue en albergue; sen teito, que dormen na rúa directamente; ou procedentes de infravivenda, que non teñen recursos suficientes para chegar a fin de mes».

En el centro de día se les facilitan gestiones para obtener la tarjeta sanitaria o anotarse como solicitantes de empleo, si lo necesitan. También se les ofrece asistencia sanitaria para problemas de salud habituales; formación preocupacional; una dirección donde pueden estar localizados y «calor humano, unha ducha, posibilidade de lavar a roupa e manter unha hixiene», indica Patricia Camiña. Esta psicóloga critica «que persista o estereotipo de que están así pola súa culpa, por beber ou consumir droga; e que non teñan visibilidade social».