El Compos tampoco pudo derrotar al Guijuelo. En San Lázaro se vivió un nuevo empate (1-1) y los santiagueses siguen sin ganar en casa.
El partido no pudo empezar peor para los intereses del Compostela. El Guijuelo se aprovechó del despiste colectivo blanquiazul en el arranque del choque para adelantarse en el marcador. Tres minutos tardaron los visitantes en dejar en evidencia al cuadro santiagués.
Poco a poco, los jugadores del Compos empezaron a entrar en el partido. Algo tarde, pero con tiempo suficiente para poner remedio al desconcierto inicial. Primero lo intentó Claudio, pero fue el pichichi Iván quien puso las tablas en el marcador tras una buena asistencia de Rego.
El Compos, tan impreciso en el pase como su rival y tan desacertado como el débil Guijuelo, no se conformó con la igualada. Los de Fabiano Soares, con poca claridad y sin brillantez, mantuvieron la posesión del esférico y buscaron el gol con más ganas que el adversario.
Poco acierto
En la recta final de la primera parte, el Compos pudo sentenciar el partido, pero Iván, tras regatear al cancerbero, falló a puerta vacía un gol cantado. Luego, Sestelo, en el tiempo de descuento, desaprovechó dos buenas ocasiones para poner al Compos por delante en el marcador.
La segunda parte fue todavía más aburrida que la primera. Y, además, sin ocasiones. Compos y Guijuelo, cansados y sin sangre en las venas, provocaron bostezos en la escasa afición que acudió a San Lázaro.
El segundo período fue una tortura para el espectador. Los compostelanistas le pusieron ganas, pero faltó acierto. El equipo tuvo miedo a ganar.
Al final, el Compostela solo perdió dos puntos porque el empate lo salvó el meta Alberto al robarle la cartera dentro del área al visitante Óscar Martín, en un mano a mano en el que el cancerbero estuvo más inspirado.