Los afectados del AVE se alarman ante la ausencia de pasos en la vía ferroviaria

La Voz

SANTIAGO

10 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las obras de construcción de las vías de alta velocidad en O Castiñeiriño llevan un ritmo normal, con el desmonte de los terrenos y su asentamiento, así como el inicio de las canalizaciones de servicios. Todavía no se han realizado los muros pantalla que sostendrán la cubierta del trayecto del AVE entre la carretera de Ourense y la de A Estrada.

Los vecinos siguen recelosos de que esa iniciativa vaya adelante, porque está basada en la palabra del ministro de Fomento, José Blanco. «O que hai é o proxecto anterior, onde non estaba o túnel. Blanco avanzou que se vai facer, pero non está escrito en ningún sitio», señalan los directivos de la asociación de vecinos O Castiñeiro, quienes aguardan que se consolide la techumbre vial.

Pero hay otro asunto que preocupa especialmente a los residentes, y es la comunicación entre los dos lados de la vía. Tras estudiar el proyecto, no han detectado la existencia de pasos viales en determinados puntos en donde son necesarios e incluso en donde ya existían antes. Ocurre especialmente en la zona de Combarro. «A xente está moi preocupada, e é normal porque poden quedar sen conexións», señala el presidente de la entidad vecinal, Lois Calvelo.

Hay personas particularmente afectadas, porque poseen fincas y terrenos de labradío a ambos lados y necesitan accesos. Sí hay contempladas vías de paso en las zonas de Lamas y Angrois, pero otros lugares quedarían incomunicados.

Asimismo provoca la inquietud del vecindario la situación de la vía del AVE en Angrois. Lo que reclaman los moradores del barrio es la construcción de un túnel en ese ámbito. Pero si no es así, porque hay razones técnicas que lo desaconsejan, los vecinos demandan unas pantallas protectoras para aislar la zona del ruido de los trenes.

Mientras la obra avanza, el proceso de expropiaciones sigue sin estar resuelto. La sociedad gestora Adif está comunicando estos días las hojas de aprecio a los afectados para la presentación por parte de estos del valor económico de los bienes sujetos a expropiación. «Moitos aínda non saben o que van cobrar», señala Calvelo. Recalca que se trata de una «vía lentísima» que hace que el proceso «vaia para longo». Si hay desacuerdo entre las partes, será el jurado de justiprecio el que indique el precio de las propiedades. Y luego quedaría la vía del recurso contencioso-administrativo.

Más de una veintena de casas ya se han venido abajo, y hay algunas cuyo destino está supeditado al desarrollo de las obras para la llegada de la alta velocidad a Santiago. En función de las mismas los propietarios decidirán o no desprenderse de sus edificaciones.