Medio millar de personas observaban al rector de la USC, Senén Barro, mientras presentaba de nuevo Campus Vida ante un comité de expertos internacional. Y la defensa fue buena, ya que el ambicioso plan de la institución académica compostelana superó la prueba y es ya Campus de Excelencia Internacional junto con otras ocho universidades de el Estado. La USC contará con 7,5 millones de euros para hacer realidad un nuevo campus universitario orientado a las ciencias y tecnologías de la vida y adaptado a las necesidades del siglo XXI.
En total, y para terminar la primera fase de Campus Vida, La Universidade invertirá cerca de 150 millones de euros, tanto en infraestructuras como en equipamiento. La marcha de los trabajos va según lo previsto y este año ya han comenzado a funcionar el edificio docente Roberto Novoa Santos y el edificio Emprendia, se ha llevado a cabo la primera fase de la reforma de la Facultade de Bioloxía y han comenzado los trabajos para el jardín botánico. Además, el Centro de Investigación en Bioloxía de la Universidade (Cibus) fue inaugurado oficialmente hace unas semanas.
Precisamente, el Cibus forma parte de una de las apuestas más ambiciosas de Campus Vida: la creación de una Rede de Centros Singulares de Investigación orientados a la rama biosanitaria. Además del Cibus, en un plazo relativamente breve se abrirán las puertas del Centro de Investigación en Medicina Molecular (Cimus). A estos dos se sumarán, antes del 2012, los centros de investigación en Química (Ciqus), en Física (Cifus), uno dedicado a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (Citius) y otro que se creará en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Citev. Todos, coordinados por el Centro de Biomedicina Experimental (Cebega) que además albergará en su interior un animalario que será utilizado por todo el oeste de España.
En total, serán más de 500 los investigadores que desarrollarán su labor en estos centros, un potente músculo que el Gobierno central ya ha impulsado con una dotación económica de cuatro millones de euros. No en vano, la propuesta de Compostela recibió la mejor valoración junto con la Autónoma de Barcelona y la Politécnica de Madrid.