El local del centro social Henriqueta Outeiro (avenida Quiroga Palacios, 42), cuestionado también por el grupo popular del Concello, funciona como una entidad autogestionada «sen ánimo de lucro» que realiza actividades culturales para sus asociados, según los informes municipales.
Pese a que el centro no necesita licencia de apertura al no tratarse de un establecimiento industrial o mercantil, sí tiene que reunir las obligadas medidas de «seguridade, tranquilidade e salubridade», junto a las obligadas por los planes urbanísticos. El Ayuntamiento le requirió la autorización del uso que desarrolla y las condiciones legales del mismo.
En ese sentido, Raxoi le concedió un plazo de dos meses para que el centro Henriqueta Outeiro demuestre documentalmente que funciona de acuerdo a la legalidad vigente en cuanto a seguridad y accesibilidad, entre otros requisitos. De no cumplimentar dichos trámites, el Ayuntamiento le abrirá expediente a la entidad, que ocupa el antiguo café restaurante O Rosal.
El centro tiene sobre su mesa la notificación del Concello con fecha del 15 de junio de este año, por lo que el 15 de agosto finaliza el plazo que le concedió la administración local para legalizarse.
El tercer local denunciado por el Partido Popular, A Gentalha do Pichel (rúa Santa Clara, 12), tiene la situación regularizada y funciona sin ningún tipo de problema legal.