El alcalde está convencido de que la Unesco autorizará el teleférico

La Voz

SANTIAGO

12 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Centro de Patrimonio vendrá a Compostela en octubre para conocer in situ el alcance de la propuesta municipal de conectar a través de un teleférico el casco urbano y el Gaiás, a través de una doble línea con puntos de encuentro en Belvís y en la estación del ferrocarril. El alcalde está «convencido» de que la iniciativa irá adelante.

La idea era que el Centro Mundial acudiese a Compostela para efectuar esa visita el pasado mes de mayo, pero las elecciones truncaron la gira, y luego en los últimos días de junio, con motivo de la reunión del Comité del Patrimonio Mundial de Sevilla. Pero fue ahí precisamente cuando el alcalde abordó con los representantes de la Unesco la estancia de los técnicos de este organismo en la ciudad, y octubre es finalmente el mes clave para la redacción del informe final.

El acuerdo prolonga las expectativas de los compostelanos, pendientes de si el Centro Mundial de Patrimonio bendice o no el uso de telecabinas. Y ahí la confianza en el seno de Raxoi es grande. El alcalde considera que ese sistema de acceso a la Cidade de Cultura es vital, «a solución mellor, máis efectiva e máis barata». La Unesco habrá de comprobarlo.

Los responsables locales basan su seguridad de que un día habrá circulando cabinas de teleférico en que, si no fuese así, no habría una solución razonable para la comunicación de la ciudad con la cima del Gaiás. Pero al propio tiempo, Raxoi tiene en mente que hay otra ciudades con patrimonios históricos consagrados por la Unesco en donde riadas de personas toman un teleférico para viajar hasta zonas altas y miradores. Y ese teleférico fue implantado con el visto bueno de la Unesco. Que Santiago vaya a ser una excepción a esa receptividad no entra en los cálculos municipales.

Consulta

El gran problema que se le presenta a la administración compostelana es que el Icomos, organismo asesor de la Unesco en esta materia, ha hecho añicos la propuesta municipal con argumentos que chocan frontalmente con los de Raxoi. El informe del Icomos, no obstante, es para las autoridades locales el de una entidad privada «que deu a súa opinión, pero non é preceptiva nin vinculante».

El Ayuntamiento no cree que la Unesco se deje influir en exceso por ese informe, una consulta que pidió voluntariamente el Consorcio de Santiago, y más de uno en esta institución se lamenta por lo bajo de haberlo hecho a la vista del inesperado y demoledor resultado.

No obstante, y pese a la elevada confianza en el dictamen definitivo del Centro Mundial del Patrimonio, el alcalde asume que la línea de Belvís es la que entraña más dificultades. Es la que está más en la mente de todos por recalar en el histórico parque.

Si no recibiese el plácet de la Unesco, el Ayuntamiento compostelano tendría que buscar alternativas en otros puntos urbanos. Es decir, que la base del teleférico debería cambiar de ubicación. Eso se conocerá a finales del año. El alcalde resalta que el proyecto del teleférico «é un tema moi importante» para Santiago. El monto de las instalaciones ronda los veinte millones de euros.