«En la catedral no están los restos de Santiago»

Concha Pino

SANTIAGO

Asegura que hacer el Camino la cambió y que la idea de la búsqueda interior que supone es de Prisciliano

03 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La escritora inglesa Tracy Saunders, que reside en el sur de España desde hace unos años, vuelve a la actualidad literaria con una nueva novela, Peregrinos de la herejía , en la que trata de indagar y dar respuestas a cuestiones relacionadas con la Iglesia católica. El protagonismo recae esta vez en el Camino de Santiago y en la creencia de que quien está enterrado en la catedral no es Santiago sino Prisciliano.

-¿Hasta qué punto cree que es cierto que los restos que se veneran en la catedral son de Prisciliano y no de Santiago?

-El problema es que no tenemos evidencia ni para Prisciliano ni para Santiago, pero creo que no es Santiago. El hallazgo de los restos en el siglo IX forma parte de la historia compostelana, y fue escrita por orden de Diego Gelmírez, que tiene sus propias razones para afirmar que eran de Santiago. Es una historia que necesitaba Gelmírez en un momento en que los moros están en toda España, y le viene bien un mito para mejorar la ciudad y convertirla en un referente como Toledo.

-Y se convirtió en una verdad que no se cuestiona.

-Si le dices a cualquier peregrino que el que está enterrado en la catedral no es Santiago, especialmente si son ingleses o americanos, se enfadan, no les gusta. La gente quiere sus mitos, y este es un mito, no es verdad. No hay evidencias, pero existen más posibilidades de que sea Prisciliano, que se sabe que sí fue enterrado en Galicia. Pero se corroboró que era Santiago en el XIX, y después en pleno franquismo.

-¿Hizo el Camino de Santiago cuando decidió escribir el libro?

-No, fue antes. Cuando lo hacía supe de la existencia de Prisciliano y de la teoría de que son sus restos los que están en la basílica. Y me enfadé, me dije, ¿para qué he caminado tanto, por qué tengo estas ampollas y cargo con la mochila si no está Santiago?

-¿Lo que relata en su novela es su experiencia?

-Sí, leí un libro sobre Prisciliano de Ávila y el personaje me fascinó, es una persona con sentimientos contemporáneos, con mujeres entre sus seguidores y una idea de la búsqueda interior, de la espiritualidad, que es el origen del Camino. Si es o no Santiago el que está no va a cambiar nada, salvo que la última etapa no sería Compostela, sino Fisterra.

-¿Qué supuso para usted la peregrinación?

-Es casi imposible de explicar, fue un viaje interior, descubrir que las cosas importantes son muy pocas. Lo he hecho escuchando el Camino, eso es lo importante. Y después, el encuentro con otras personas al llegar, hablar de cosas muy importantes con palabras sencillas. El Camino me cambió, hay un antes y un después en mi vida.

-¿Volvería a hacerlo?

-Quiero hacer el Portugués y el tramo de Francia. Y me propongo investigar sobre Diego Gelmírez.