«Tengo que llevar la basura en el coche para reciclar»

R. P.

SANTIAGO

03 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Desde hace ya muchos años, separar los distintos tipos de residuos a la hora de tirarlos a la basura es una tarea cotidiana en la vida de María Ester Moure Asorey, para quien el reciclaje es, sin ningún tipo de duda, una importante labor.

Esta compostelana vive en la calle Alexandre Bóveda (Vite) en la que el Ayuntamiento no ha colocado distintos recolectores de basura para poder separar los distintos tipos de deshechos. «Tengo que llevar la basura en el coche para poder reciclar», afirma y explica que debe cargar las distintas bolsas hasta algún lugar en el que haya el contenedor azul para el papel, el amarillo para los plásticos y el colector del cristal.

Separar los distintos tipos de basuras no supone ninguna molestia. «Solo hay que tener distintas bolsas y fijarte en lo que echas en cada una de ellas» cuenta.

Saber que hay que echar a cada colector tampoco es un inconveniente para Ester Moure. «Separo sin ningún problema papel, plástico, residuos orgánicos y cristal; no tengo ningún problema con ella». Y es que, según afirma, el único obstáculo para que la gente pueda reciclar de manera normal en la ciudad, es que no todas las calles disponen de los medios necesarios para ello, lo que supone una verdadera molestia.

Sara Rodríguez, que vive en el Ensanche, sonríe cuando se le pregunta si recicla al pie de un contenedor verde. Prefiere no salir en la foto, lo que hace sospechar que no cumple a raja tabla los mandamientos del reciclaje, pero se explica: «Pues no, solo lo hago con el papel, con los periódicos y todo eso, porque admito que si se tira con el resto de la basura se estropea y ya no vale para reciclar». Pero el resto de los desechos de su hogar van a parar a la misma bolsa. «¿No lo separan después en Sogama? ¿Pues entonces...», dice convencida.

Y pone más argumentos encima de la mesa: «Si quiere suba a mi casa y vea el tamaño de mi cocina, ahí sí que le dejo sacar una foto. No tengo espacio para cuatro bolsas», dice. Y acaba: «Los nuevos edificios deberían pensar más en estas cosas y tener espacios comunes para echar la basura».