Decae la afluencia a San Jorge de Gonte, que mantiene su aura de protector de los animales

La Voz

SANTIAGO

24 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los devotos del San Jorge que se venera cada 23 de abril y al domingo siguiente en la iglesia parroquial de Gonte, a dos kilómetros del centro urbano de Negreira, mantienen anualmente su fidelidad por una tradición religiosa venida a menos en cuanto a afluencia de romeros, algo directamente relacionado con la desaparición de las antiguas pequeñas cabañas ganaderas, y la transformación del campo en grandes explotaciones con cientos de reses.

La tradición consiste en pasar una vara de madera por la imagen del santo que luego es pasada por el lomo del animal, y ofrecer una misa para llevarse una postal de la veneración a San Jorge, que luego colgarán en las cuadras -preferentemente ganado vacuno-, porque así, reza la costumbre, el santo protector librará a sus animales de males y enfermedades el resto del año.

No se sabe si por la célebre crisis económica o por los graves problemas que atraviesa desde hace años el sector lácteo de Galicia, pero el hecho es que la afluencia de devotos ha caído en picado de una manera alarmante.

Los incondicionales de San Jorge no reniegan de su veneración, y muchos piensan acudir el domingo hasta Gonte, aunque este año no habrá orquestas ni comidas. Quién sabe si quizás las haya el próximo año.