«Es una buena ley, pero hace falta una mayor coordinación entre los recursos sociales y sanitarios»
SANTIAGO
Isabel Redondo Zambrano es la trabajadora social del centro de salud de Vite. Defiende una ley que ha dado un respiro a una población como la compostelana, envejecida y en muchos casos con problemas de dependencia. De hecho, recuerda que los primeros casos que empezó a tramitar en mayo de 2007 ya estaban cobrando en marzo del 2008. Como es lógico, todo es mejorable, y ella tiene muy claro cuáles son las lagunas que hay que subsanar.
-¿Qué es lo que falta en esta ley?
-Es una buena ley, aunque desde mi punto de vista hacen falta tres cosas: una mayor coordinación de los recursos sociales y sanitarios, para que el proceso sea más ágil y sobre todo no haya duplicidad de trabajos; la contratación de personal formado, para que no se produzca un cuello de botella; y la potenciación de los recursos básicos. Uno de los grandes problemas que tiene Santiago, y supongo que Galicia, es la ausencia de recursos como residencias, centros de día, programas de respiro familiar. -¿Es tan lenta la dependencia como dicen? -Cualquier trámite administrativo es lento. Se está tardando en torno a un año o año y medio desde la tramitación de la solicitud. En esto también influye el tipo de ayuda que se conceda, porque es más sencillo conseguir la compensación económica al cuidador cuando es un familiar, o bien vinculado a un cuidador externo (en estos casos se trata de una aportación económica), que los servicios, porque hay un déficit de base (no hay plazas en residencias ni centros de día).
-¿Cómo mejora la vida del dependiente y el cuidador una vez concedida la ayuda?
-De repente el cuidador puede contratar a alguien unas horas al día y salir, cambiar de aires, porque también tiene un nivel de estrés elevado. A los que no trabajan se les paga además el alta en la Seguridad Social. Es un respiro para la persona que cuida al dependiente.