La Xunta «reinventa» el Camino

M. Cheda

SANTIAGO

Cultura planea implantar un trazado oficial que afecta a 77 parcelas y rechazan los gobiernos de O Pino y Santiago

08 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Factor esencial en la construcción de Europa, por millones transitado, de doce siglos testigo, también víctima de ellos y de sus cambios, el Camino Francés carece hoy, sin embargo, de un trazado definitivamente oficial. Dibujando sobre el mapa uno «provisional», la anterior Administración autonómica dio en 1992 los primeros pasos para remediarlo, si bien al desaparecer, en agosto del 2005, se fue legando a la actual, entre otros, esos deberes pendientes. Como experiencia pionera a la que pronto seguirán más, la Consellería de Cultura acaba de aprobar inicialmente una propuesta formal que, en base a criterios de recuperación histórica, delimita el corto tramo comprendido entre el lugar de Amenal y Monte do Gozo, así como las franjas de protección que han de establecerse a ambos lados de la vía. El planteamiento del gabinete de Ánxela Bugallo no convence por completo ni al Concello compostelano ni al de O Pino, cuyos responsables han formulado varias alegaciones contra el proyecto.

Entre el verano del 2007 y la primavera siguiente, técnicos de dos empresas contratadas por el bipartito, desarrollaron un «estudo en profundidade» al objeto de determinar por dónde discurría originalmente el citado trecho de la ruta. Dichos expertos ejecutaron el encargo empapándose de cuanta bibliografía sobre el tema se hubiese editado, analizando fotos aéreas, localizando cartografías de antaño, verificando topónimos, entrevistando a vecinos ancianos, hurgando en el catastro y llevando a cabo prospecciones arqueológicas. El itinerario resultante, como muestra el infográfico impreso sobre estas líneas, apenas coincide con los hasta ahora existentes: el transitorio de la era Fraga, el marcado por la Unesco en 1993 y el señalizado por el Xacobeo, así como aquellas subpartes que en algún momento se creyeron correctas y luego cayeron en el desuso.

En el desempeño de su trabajo, ese equipo de especialistas corroboró cómo, producto de los desarrollos urbanístico y socioeconómico en el entorno de la capital, hasta 15 pedazos del primigenio Camino Francés han quedado «gravemente alterados», «casi destruidos» o bien simplemente «desaparecidos». Entre las causas de esa degradación, en la memoria resumen de sus deliberaciones citan la concentración parcelaria, amén de media decena de obras efectuadas del XIX en adelante: las del ferrocarril, las de la carretera de Lugo, las de la autopista del Atlántico... Y, mayormente, las del aeropuerto de Lavacolla, cuya pista acabó con un subtramo que, irrepescable cuando menos de momento, las autoridades quieren reemplazar habilitando una alternativa que sortee el campo de vuelo bordeándolo lo más de cerca posible, para acortar al máximo el rodeo.

Opinión favorable del comité

Bien porque implicaría recuperar pasos perdidos o bien para subsanar errores registrales de propiedad, el trazado que los técnicos han aconsejado adoptar como válido afecta, de uno u otro modo, a un global de 77 fincas, 16 catalogadas como urbanas y 61 consideradas rurales. El expediente, que ya cuenta con la opinión favorable del Comité Asesor do Camiño de Santiago, permaneció durante dos meses en período de información pública. Aunque ese trámite concluyó a finales de diciembre del 2008, la consellería aún no ha contestado las protestas contra el plan que entonces recibió.

Como mínimo, formularon alegatos el gobierno local de O Pino y el de Compostela. El primero considera el anteproyecto de senda «un cachondeo sen pés nin cabeza que non ten nada que ver coa realidade», en expresión del alcalde, Manuel Taboada (PP). Por eso y porque lo contrario supondría «a morte para un 30% do polígono industrial que imos facer», el popular confía en que el bipartito cambie de opinión, «para non ter que acabar nos xulgados poñéndolle un contencioso».

También reivindicativo pero menos beligerante, su homólogo en la ciudad brinda a Cultura su «total apoyo a definir la recuperación del Camino, a implantar a su alrededor niveles de protección suficientes y a hacerlo todo del modo más apropiado». No obstante, la insta a modificar parcialmente sus pretensiones. «Le hemos enviado -revela Sánchez Bugallo- una alternativa fundamentada y sensata, que cumple objetivos sin generar perjuicio ni efectos económicos negativos no deseados por nadie, y menos ahora». Según la edila de Urbanismo, Mercedes Rosón, al regidor le preocupa que, debido a una a veces ambigua redacción, el informe en principio bendecido por la Xunta convierta la salvaguarda del patrimonio jacobeo en una hipoteca para futuras ampliaciones de Lavacolla, la materialización del parque empresarial de San Marcos y el crecimiento de las parroquias de Sabugueira, Bando y Aríns. Rosón resume: «No nos oponemos, solo pedimos algo de claridad y sentido».