El Camino bate otro récord pese a la crisis y al final del hospedaje gratis

M. Cheda

SANTIAGO

La afluencia en la Ruta aumenta casi un 10% más y coloca la media diaria de romeros muy cerca ya de los 350

09 ene 2009 . Actualizado a las 10:40 h.

A la par que estallaba la gran crisis económica y el gasto en ocio se contraía, los albergues de la Xunta en el Camino de Santiago perdieron su condición de gratuitos. Sucedió todo en el 2008. Y, sin embargo, el curso ha terminado con un nuevo récord de concurrencia en la Ruta. De hecho, por las cuentas de la Iglesia, arribaron a la ciudad más de 120.000 peregrinos, una barrera que anteriormente jamás había sido franqueada, excepto en los dos últimos períodos santos: 2004 (179.944 romeros) y 1999 (154.163). Como media, llegaron 343 cada día.

Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre el Arzobispado expidió 125.133 compostelas, un diploma que entrega a quienes, «con sentido cristiano, aunque solo sea en actitud de búsqueda», alcanzan el sepulcro del Apóstol habiendo cubierto, como mínimo, los últimos cien kilómetros del Camino a pie o bien sobre un caballo y también a aquellos que lo hacen tras completar en bicicleta, como poco, los postreros 200. Emitió, en consecuencia, 11.107 acreditaciones a mayores de las 114.026 que había otorgado en el 2007, según datos facilitados por el delegado de monseñor Julián Barrio para estos menesteres, Genaro Cebrián.

Como puede apreciarse en el cuadro reproducido a la derecha de estas líneas, respecto al ejercicio precedente, la entrada de romeros en la capital aumentó un 9,7% durante el 2008. En comparación con el 2000, creció un 127,5%; con 1996, un 438,9%... Y así, sucesivamente. Incluso en relación con el Xacobeo 93 se produjo un incremento de 25,8 puntos porcentuales. De modo que el total de peregrinos aguardados por la cúpula eclesial para el jubilar 2010 (entre 225.000 y 260.000) parece, cada vez más, una estimación certera.

Pese a haber contabilizado ya los usuarios globales de la Ruta durante el año pasado, Cebrián no dispone aún de un desglose que permita conocer las distribuciones del grupo por sexos, nacionalidades ni edades. «Estamos cerrando el balance estos días», explica. Sí se atreve a aventurar, no obstante, que el conjunto de extranjeros, por segunda vez en la historia estadísticamente documentada, superó al de españoles «casi seguro».