El tiempo y la desconexión del aterrizaje antiniebla alteran en Lavacolla al menos seis vuelos

La Voz

SANTIAGO

26 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Por segunda vez en apenas tres días, cientos de usuarios de Lavacolla volvieron a padecer ayer las consecuencias derivadas de que coincidan, por un lado, la desconexión temporal del sistema de ayuda al aterrizaje ILS II/III, debido a unas obras de mejora en la pista cuya ejecución se prolongará hasta el 30 de agosto, y, por el otro, la formación de nubes y nieblas bajas, espesas. Por culpa de lo anterior, se vieron afectados, en mayor o menor medida, un mínimo de seis vuelos dotados conjuntamente de 1.062 plazas de pasajero.

Por la mañana, el piloto del aparato de Ryanair que, procedente de Londres, debía tomar tierra en Santiago a las once y diez, finalmente, optó por conducir el avión hacia Oporto. Por mor de este desvío, quedó alterado el servicio entre las capitales gallega y británica programado por la low cost para las 11.35. Despejado el cielo momentáneamente, aunque con casi tres horas de demora, fue operado, pues el Boeing 737-800 que inesperadamente había acabado en la terminal lusa de Sá Carneiro pudo retomar, tras la forzosa escala, la ruta prevista y así salvar de la anulación el Lavacolla-Standsted que tenía asignado.

Ya por la tarde, Iberia envió a Alvedro sus conexiones con origen en Madrid, tanto la que debía haber concluido en Compostela hacia las cinco como la inmediatamente posterior, con llegada a las ocho. De acuerdo con datos recabados del sistema de movimientos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), casi a la par que la antigua empresa de bandera decidía mandar a A Coruña esos dos aviones, otros de firmas diferentes arribaron a Santiago sin problema aparente, por ejemplo, el Ryanair de Roma.

Para tratar de determinar cómo afectaron ambas resoluciones al pasaje de los correspondientes desplazamientos de vuelta, los Lavacolla-Barajas de las 17.45 y de las 20.40, La Voz se puso en contacto anoche con personal de las oficinas que la sociedad posee en la terminal santiaguesa, pues el gabinete de prensa corporativa en Madrid se encontraba cerrado.

Ninguna de las personas que atendieron las llamadas de este periódico accedieron a aclarar si los dos vuelos de salida o bien uno de ellos habían sido cancelados, o si habían sido operados de acuerdo a lo pactado con los clientes pero desde Alvedro, por causa de fuerza mayor. Ante la insistencia en la solicitud de datos sobre el asunto, una operadora de Iberia en Lavacolla, de malos modos, simplemente colgó el teléfono.

Con los de ayer, los del miércoles de esta semana y los del 4 de julio, este mes ya ascienden a 32 los vuelos en la ciudad que han padecido alteraciones por concurrir niebla e ILS II/III inoperativo, pese a que Aena dijo que no habría incidencias.