La Asociación de Veciños Raigame pide al Concello que las fiestas del Apóstol se abran al Ensanche

M.M.

SANTIAGO

21 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Asociación de Veciños Raigame del Ensanche quiere que el Ayuntamiento de Santiago se acuerde del barrio al programar las próximas fiestas del Apóstol. Para ello, la directiva de la entidad remitió un escrito al alcalde en el que le propone una serie de actuaciones de animación de rúa que permitirían acercar las celebraciones más importantes de la capital gallega a «un notable núcleo de poboación da cidade», según manifestó el presidente de la Asociación, Xaquín Mato. Los vecinos confían en que el alcalde o los responsables de las fiestas se pongan en contacto con ellos para colaborar en la organización de actividades.

La entidad se muestra dispuesta no solo a ofrecer ideas, sino también a colaborar tanto en la organización como en el trabajo a pie de calle durante las jornadas festivas en el Ensanche. La asociación vecinal propone una lista de, al menos, cinco actividades musicales. Xaquín Mato pide que la Banda Municipal de Música de Santiago actúe en la plaza Roxa todos los domingos, martes y jueves entre los domingos del 13 al 27 de julio. La propuesta indica que se podría contar con toda la banda o con un grupo de estos músicos, que ofrecerían conciertos o pasacalles en horarios alternos de mañana o tarde. También se propone la organización de pasacalles a cargo de un grupo de gaiteiros, que de jueves a domingo, podrían animar las calles en horarios de mañana o de tarde.

Campeonato de chave

Para acercar al barrio un juego tradicional de la ciudad, los vecinos del Ensanche proponen organizar un campeonato de chave, que podría acoger la plaza de Vigo. En este caso, la asociación se muestra dispuesta a colaborar en la difusión del evento y en la aportación de personal e infraestructura para su celebración.

Pensando en los vecinos más pequeños, la asociación reclama actividades en las plazas Roxa, Constitución y en otros lugares como el centro sociocultural del Ensanche. Incluso, se solicita que los gigantes y cabezudos visiten el Ensanche durante sus paseos por la ciudad. Se propone que, por ejemplo, esta atracción se organice los sábados en el Ensanche. La Asociación está dispuesta a correr con el gasto de desplazamiento.

Por último, los vecinos del Ensanche consideran que los espacios abiertos del barrio podrían ser un escenario perfecto para acoger conciertos al aire libre, con el mismo estilo de los que se organizan habitualmente en la praza do Toural. Mato sugiere que estos conciertos podrían ser entre las siete y nueve de la noche y coincidiendo con los primeros días de la semana, que están libres de actividades festivas. El presidente de la asociación insiste en brindar la colaboración «dende apoio humano, ata publicidade e difusión entre socios e veciños».