El teleférico tendrá un fuerte impacto en el entorno de Belvís

La Voz

SANTIAGO

13 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Icomos (organismo de la Unesco) tendrá la última palabra sobre Belvís como emplazamiento para las instalaciones de recepción del teleférico. Las experiencias de actuación en el centro histórico no son muy propicias y hay sectores que temen un importante impacto ambiental en la zona. El recorrido del transporte en Belvís se asienta sobre media docena de pilastras con la altura mínima de tres metros y una elevación de la cota al final del parque, camino de Brañas de Sar. Detrás, como telón de fondo, está el monasterio de Belvís.

Pese a ello, el Ayuntamiento cree que no habrá problemas con la Unesco: «Non se destrúe nengún tipo de patrimonio nin empeora a zona para nada», aclara el alcalde. La única excepción será, posiblemente, el edificio de la Casa da Xuventude. Para algunos sectores es una oportunidad de eliminar un inmueble que afea el casco viejo. El propio gobierno local considera que es un edificio «desafortunado», que se asienta sobre una parcela municipal, pero vincula su derribo a una mejora de la permeabilidad con el centro histórico.

En relación a este asunto, el Concello estudiará los pormenores de la cesión municipal del inmueble a la Xunta, realizada en 1985. Las condiciones de ese trámite incidirán en la decisión local. En todo caso, si cae la Casa da Xuventude «poderemos sobrevivir á súa pérdida», dice irónicamente Bugallo.

Pese a considerar que la plataforma del teleférico no afecta al paisaje de Belvís de forma significativa, el alcalde y presidente del Consorcio recalca que si se observa un impacto ambiental el sistema de pilastras es desmontable y se puede retirar.

El vuelo del teleférico por Belvís obligaría, entre otras actuaciones, a reforzar y mejorar las conexiones con la rúa Tafona y con Fontiñas como accesos peatonales. El proyecto prevé, en el escenario verde de Belvís, la puesta en valor de las traseras de los edificios de la rúa de San Pedro, que ofrecen una estampa deplorable.

Otra actuación contemplada es el traslado del aparcamiento situado en el parque, que iría a la zona del campo de fútbol. Raxoi explica que esta iniciativa está ya contemplada en el programa de remodelación del recinto de Belvís. A diferencia del actual, el futuro párking será subterráneo.

La idea de los organismos promotores del teleférico es implantar una tarifa de en torno a un euro por viaje, aunque no hay ningún precio fijado. La duración de cada viaje será de siete minutos. El tiempo invertido podría ser más reducido, pero el Ayuntamiento ha pensado que, debido al carácter turístico de estes desplazamientos aéreos, los turistas tendrán ocasión de esta forma de disfrutar del paisaje y sacar las fotos oportunas. Cada telecabina podrá albergar hasta ocho pasajeros.