La limpieza del río Sarela en el Rueiro descubre gran cantidad de basura

SANTIAGO

Las construcciones al borde del cauce obligarán a instalar puentes para dar continuidad al paseo

28 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las labores de limpieza de los márgenes del río Sarela, en el entorno del Rueiro de Figueiriñas en Carmen de Abaixo, puso al descubierto montañas de basura acumulada en una zona que hasta hace pocas semanas era casi inaccesible. Los alumnos del Obradoiro de Emprego, que se encargan de la ejecución de este proyecto, llenaron más de diez sacos de botellas de cristal, plásticos, radiadores, incluso restos de muebles, una lavadora y un calentador que terminaron ocultos entre la maleza de las orillas del río.

El tramo del Sarela en el que se están llevando a cabo los trabajos es relativamente pequeño, no más de 700 metros. Sin embargo, completar esta zona permitirá disfrutar del paseo fluvial del Sarela desde Ponte Romaño hasta San Lourenzo, ya que en el resto del tramo ya está acondicionado. Este pequeño tramo encierra numerosas dificultades de ejecución, no solo por la orografía del terreno, sino también por la existencia de muchos muros y construcciones realizadas encima del cauce sin ningún control y sin respetar los metros de servidumbre.

Elvira Cienfuegos, concejala de Medio Ambiente, apuntó que una de las primeras dificultades fue llegar a un acuerdo con los veinte propietarios de las viviendas de Carmen de Abaixo, que finalmente retrocedieron sus cierres algo más de cinco metros permitiendo así acondicionar un amplio sendero. En esta zona se sustituyeron los cierres rudimentarios por muros de piedra con puertas hacia el paseo peatonal de la margen del río. Cienfuegos indicó que, si bien al principio hubo ciertas reticencias, ahora la satisfacción es la sensación dominante.

Acueducto

Con la limpieza de la maleza sobre lo que, en algún tiempo, había sido un sendero se descubrió también un pequeño acueducto de piedra que podría haber sido utilizado por alguna de las fábricas de curtidos o por los molinos. Tanto el acueducto como el lavadero y la fuente fueron ya restaurados.

A lo largo del sendero que se abre en esta fase de los trabajos se acondicionará, aprovechando espacios arbolados, pequeñas áreas de descanso. Los puntos en los que se puede ver el colector del saneamiento será oculto con mimbres. La concejala explicó que la propia ejecución de la obra encierra ciertas dificultades, ya que sobre la marcha se descubren nuevos obstáculos o aparecen construcciones que, por estar ocultas por la maleza, obligan a nuevos pactos con propietarios. En alguna zona, la orografía del propio terreno obligará a construir pequeños puentes para porder pasar del sendero de un margen del río al otro y salvar así las dificultades de paso.