Un vertido de purín daña diez kilómetros de un río en Melide

SANTIAGO

13 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Las aguas del río Catasol, en Melide, discurren turbias. Un tramo de diez kilómetros de este afluente del río Furelos, el principal cauce fluvial y reserva piscícola de la comarca melidense, resultó dañado a causa de un vertido de purín, procedente de una granja de cerdos situada en la parroquia de Zas de Rei. Así lo comprobaron los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) desplazados ayer al lugar tras recibir el correspondiente aviso desde la Asociación de Troiteiros Río Furelos, un colectivo comarcal de pescadores que asocia a más de dos centenares de aficionados al deporte.

Miembros de la entidad y los efectivos desplazados del Seprona peinaron durante buena parte de la mañana la zona del río afectado para evaluar el alcance de los daños ocasionados por el vertido, que se estima llegó al cauce fluvial a principios de esta semana. Hasta el lugar también se desplazó el concejal de Medio Ambiente de Melide, Manuel Prado, acompañado por la Policía Local.

En una primera inspección ocular, cerca de una treintena de truchas muertas fueron retiradas del cauce por los pescadores, que continuaron con esta trabajo por la tarde y, a última hora, ya habían sido localizados más de un centenar de peces sin vida. El presidente de la Asociación de Troiteiros, Xabier Pazo, está convencido de que «está morta toda a fauna piscícola», afirma y explica, a renglón seguido, que «debido ao estado das augas é difícil atopar troitas mortas porque están nos fondos». Al respecto, Pazo añade que «cando claree o río e cando saberemos o alcance deste delito medioambiental», por lo que, según anuncia, el colectivo que preside continuará estos días rastreando el cauce fluvial para proceder a la retirada de las especies muertas.

«Unha vez ao mes»

Los ribereños se hacen eco de que los vertidos de purín en el río Catasol «parece ser que son unha práctica habitual cando menos unha vez ao mes, aínda que nunca antes fora tan grave como agora». En esta ocasión, el residuo resultó letal para las crías e, incluso, para las especies que, como las lombrices, utilizan como cebo los pescadores cuando practican el deporte. «Rota a cadea trófica, o río tarda en recuperarse de dous a tres anos como mínimo», afirma Xabier Pazo en consonancia con la valoración que hicieron los agentes del Seprona.

Más allá de lo sucedido esta semana, desde el colectivo melidense de pescadores advierten de futuros vertidos de purín al río Catasol. Lo hacen con conocimiento de causa. Un paseo por el entorno del cauce fluvial con el objetivo de localizar el origen del residuo es suficiente para comprobarlo. Desde la granja de cerdos de la que procede el actual vertido hacen fluir el purín por el canal de riego trazado en un prado abandonado anexo a uno de los laterales del recinto vallado de la explotación. Por ello, desde la Asociación de Troiteiros Río Furelos advierten que «cando empece a chover, desembocará no río». El Catasol desemboca en el cauce fluvial de Furelos, que es, a su vez, afluente del río Ulla.