«Vendrán tiempos mejores para el Compostela»

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Entrevista | José Albarrán Juárez Este santiagués acaba de pagar 61.260 euros en una subasta por hacerse con parte de la historia del club que dirigió desde finales de los sesenta hasta 1978

08 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

José Albarrán Juárez pagó 61.260 euros por los trofeos de la Sociedad Deportiva Compostela, que fueron subastados esta semana en las oficinas de San Lázaro. El ex mandatario blanquiazul fue a la puja con la idea de que esta parte de la historia del Compos nunca se separe. José Albarrán presidió el Compos desde 1969 hasta 1978, en una época de grandes dificultades económicas para la entidad de la capital gallega. En su etapa como máximo mandatario instaló luz artificial en Santa Isabel y dotó al club de un local social de más de doscientos metros cuadrados en el centro de la ciudad. ­-Se gastó más de 60.000 euros en unos trofeos. ¿Tanto significan para usted? -Mi decepción fue grandísima cuando vi cuatro o cinco personas que iban a comprar, pero no con el ánimo de ir a salvar parte de la historia del Compos. Me di cuenta de que se iban a dispersar y de que se iba a perder gran parte del club. Automáticamente pensé que tenía que ir a por todos los trofeos. Se subastaron los 25 lotes y tuve alguna oposición, porque fueron subiendo los precios, pero al final me los adjudiqué todos. Conseguí mantener intacta una parte de la historia de la SD. -¿Qué pasará ahora con esa historia? -Los trofeos no me los voy a llevar para mi casa. Los adquirí para que no se dispersasen y para que los tenga quien tiene que tenerlos, que es la Sociedad Deportiva Compostela, que por desgracia está en plena disolución, pero seguro que ya vendrán tiempos mejores. -¿Está usted seguro? -Algún día tendrá que aparecer gente joven, con ganas e ilusión, que quiera luchar por este club. Y cuando realmente vea algún proyecto, será el momento de ofrecerle los trofeos a aquellos que intenten y quieran reflotar la SD. Mientras, en mi mente está llegar a un acuerdo con el concejal de Deportes para que se queden los trofeos en donde están, en las instalaciones que eran del Compostela. Compré los trofeos y espero que ellos cedan las instalaciones. Incluso no me importaría tener una persona que los arreglase, cuidase y limpiase, y hacer una sala de trofeos para todo aquel que quiera verlos. -¿Se quedará usted con algún trofeo? -Cuando hablaron de los trofeos, buscaba uno que había perdido el Compostela, que lo había donado yo, que era muy bonito y que tenía mucha historia. Ese trofeo me encantaba. Jugaba el Celta desinteresadamente contra el Compostela para hacer nosotros caja. Tenía mucha amistad con el presidente del Celta y había preparado un trofeo muy bonito. Se llenó Santa Isabel. Juan y Castro, dos figuras del Celta en 1971, tuvieron problemas con aficionados de tribuna. Saltaron a la grada y se liaron a golpes. Fue un escándalo futbolístico. Todo se calmó, se siguió jugando y ganó el Celta por 3-0. Pasearon el trofeo y yo le comenté al presidente del Celta, tras los incidentes, que no era mala idea que al final donasen el premio al club santiagués, para evitar males mayores en la grada. Aceptó y se comentó por megafonía. La idea sentó muy bien entre el público, que pronto olvidó la tangana. Ese trofeo sí que me gustaba. Le tenía un cierto cariño, pero resulta que ahora no está en las oficinas. Hay cerca de trescientos trofeos y no está el que yo quería. -¿Y usted qué opina de esa desaparición? -Durante estos últimos años yo vi ese trofeo en las vitrinas del club, en San Lázaro. Pero ahora sí que no sé en dónde está. -Para gastarse más de sesenta mil euros en unos trofeos, algo especial tendrá en su corazón... -Si no hubiese un sentimiento blanquiazul tan profundo, lógicamente no hubiese ido a la subasta. Como presidente, disfruté diez años del Compostela. Como aficionado, unos cuantos más. Viví y sufrí una etapa económicamente muy mala en el deporte y en el club. No había dinero y teníamos que aportarlo los directivos. Pedíamos ayuda y no nos daban nada. Y eso sólo se puede hacer con mucho cariño a un escudo y a una camiseta. -Por lo que dice, el Compos le salió en algo más que 61.260 euros, ¿no? -Nunca eché cuentas, porque lo disfruté. Cuando me hice cargo de la SD, el club tenía un local social de menos de veinte metros y compré un piso de 220 metros cuadrados y se lo cedió al Compos. Instalamos las oficinas. Parte de aquel mobiliario, que había encargado en 1971 a una fábrica de A Estrada, todavía estaba ahora en San Lázaro.