El Pontevedra consigue un cómodo triunfo merced a su acierto en jugadas a balón parado
05 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Pontevedra se llevó una victoria vital para mantener sus aspiraciones de ascenso en un partido gris, en el que los granates no disiparon las dudas que despierta su juego y en el que la efectividad a balón parado primó por encima de la calidad combinativa.
El equipo de Milo Abelleira saltó al campo con la novedad de Maikel en punta acompañando a Manu Barreiro y el debut del juvenil Víctor en banda derecha. El técnico local apostaba por dos referencias en ataque que ayudasen a abrir la defensa betanceira, pero las imprecisiones en el pase y la intensidad visitante en los primeros minutos hicieron que los granates no disparasen entre los tres palos en la primera media hora de encuentro. Por suerte, el Betanzos demostró sus carencias ofensivas en estos minutos, en los que la afición local comenzaba a impacientarse por el mal juego de los granates y volvieron a escucharse algunos silbidos en Pasarón.
Corría el minuto 33 cuando Manu Barreiro volvió a salir al rescate de su equipo. El Pontevedra había avisado poco antes con un disparo desde la frontal de Carlos Campo y sendas internadas por banda izquierda de Pazó y Maikel. En esta última acción, el delantero arousano se internó hasta la línea de fondo pero su pase atrás fue enviado a córner por el central betanceiro César, que se lesionó en esta jugada dejando momentáneamente a su equipo con diez hombres. A la salida del córner botado por Gonzalo, Manu Barreiro peinó en el primer palo un balón que se colaría mansamente en la portería tras superar por alto al portero y la defensa visitantes. El gol fue el bálsamo que necesitaban los granates para poner un punto de calma a su juego y cayó como un jarro de agua fría en un Betanzos que confiaba todas sus opciones a mantener su portería a cero y aprovechar los espacios que le concediese el Pontevedra con el paso de los minutos. Tras el tanto, la intensidad languideció hasta el descanso, con un Pontevedra que ya tenía el partido donde quería y un Betanzos que acusó el golpe.
Tras la reanudación, Milo metió en el campo a David Pérez y Richi en sustitución de Maikel y el juvenil Víctor. El técnico buscaba aprovechar la velocidad de Richi y hacer daño desde la segunda línea, pero sería de nuevo a balón parado donde el Pontevedra encontraría el gol que mataría el partido. De nuevo un córner, en este caso sacado desde la derecha por Carlos Campo, llegó al segundo palo donde Bardal cruzó magistralmente con el pie derecho lejos del alcance de Marcos Ron. Con el segundo gol, el partido se rompió y los granates tuvieron ocasiones para conseguir una goleada de escándalo, aunque más por demérito del Betanzos que por méritos propios. El que no desaprovechó su ocasión fue nuevamente Bardal, que a cinco minutos del final metió el tercero de su equipo en un balón suelto en el área.
Al final, victoria clara en el marcador que, sin embargo, no disipa las dudas de un equipo que hasta que se puso por delante en el marcador volvió a mostrar muchas de las carencias que le han llevado a caer de los puestos de privilegio en las últimas jornadas.
Lorenzo, Bardal, Pablo Ruiz, Pazó, Pablo Suárez, Gonzalo, Sidi, Víctor (David Pérez, min 45), Carlos Campo (Peña, min 81), Maikel (Richi, min 45) y Manu Barreiro.
Goles: 1-0, min 33; Manu Barreiro. 2-0, min 54, Bardal. 3-0, min 85, Bardal.
Árbitro: Efrén Álvarez, auxiliado en las bandas por Rafa de la Torre y Miguel Fernández. Amonestó al local Pablo Ruiz y al visitante Guille.
Incidencias: 2.000 espectadores en las gradas de Pasarón.
Marcos Ron, Guille, César (Muíña, min 36), Cardelle, Chiqui, Michi, Bouza (Mon, min 58), Fuentes, Marcos (David Buyo, min 70), Álex Ares y Xoel.
Milo Abelleira estaba satisfecho con el resultado, pero no con el juego de su equipo. Para el técnico, la victoria no debe esconder la mala primera parte de los suyos a nivel combinativo. «En la primera parte estuvimos con mucha parsimonia, con mucha lentitud, y así era complicado llegar al área contraria», señaló.
El míster justificó el doble cambio que introdujo en el descanso como una solución para tener más opciones desde la segunda línea y para presionar a Michi, el jugador del Betanzos que gozó de una gran libertad de movimientos por delante de los centrales en el primer tiempo. Con estos cambios, la segunda parte del encuentro se convirtió, a juicio del entrenador pontevedrés, en «un festival de errores cerca del área contraria, donde tuvimos cinco o seis ocasiones para sentenciar el partido cuanto antes y no fuimos capaces», algo que para el técnico tuvo mucho que ver con el bajón físico del Betanzos. «Cuando el rival baja en el aspecto físico, estamos mejor, pero tenemos que mejorar cuando estamos igualados físicamente», añadió.
Respecto a los silbidos que se escucharon en la primera parte, Milo volvió a defender la soberanía de los aficionados, al afirmar que «el comportamiento de la grada ha sido ejemplar. Con el juego que estábamos haciendo, nos merecíamos muchísimo más», sentenció.