Tras los pasos del «Dream Team»

Aleixandre Méndez
álex méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El Club Galaico recoge hoy los frutos de trece intensos años de trabajo

04 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Corría el año 98 cuando Iván Sabajanes, fascinado por la irrepetible generación de los Jesús Rollán, Manel Estiarte y Pedro García Aguado, conocida como el «Dream Team» del waterpolo español, decidió sacarse el título de entrenador y convenció a varios compañeros del Club Natación Pontevedra para crear un equipo en la ciudad. Así nació el Club Waterpolo Pontevedra, con quince jóvenes sin experiencia anterior en este deporte, que después de muchos años practicando natación buscaban un nuevo reto.

Entre esos quince aventureros estaba Javi de Saa, actual entrenador del Club Waterpolo Galaico Pontevedra, y que recuerda con cariño esos primeros tiempos. «Todo empezó en septiembre del 98, cuando Iván nos propuso embarcarnos en esta aventura. Como procedíamos del Club Natación Pontevedra, en el que muchos seguimos algún tiempo nadando, nos dejaron entrenar en el CGTD. Lo curioso es que nos pusieron una condición: no podíamos entrenar con balón», apunta Javi de Saa, que sonríe al rememorar aquellos inicios. Sin embargo, ese ligero contratiempo no acabó con la ilusión de los chicos. Con el tiempo, consiguieron convencer a los responsables de la piscina para que les dejasen utilizar balones, aunque no consiguieron que les permitieran utilizar porterías. Y así estuvieron durante un par de años, agudizando el ingenio para poder practicar el deporte que más les gustaba.

Creciendo a pasos de gigante

Solo un mes después de fundarse el club, el Waterpolo Pontevedra participó en su primera liga gallega. Y lo que parecía un fracaso asegurado, se convirtió en una agradable sorpresa: en su primer partido, solo perdieron de un gol. Sus cualidades como nadadores les daban cierta ventaja, y ya ese primer año finalizaron segundos.

Pese a entrenar en Pontevedra, los primeros años tuvieron que buscar acomodo lejos de la ciudad para poder competir: «Como no podíamos meter porterías en el CGTD, y en Campolongo el techo estaba demasiado bajo, empezamos jugando un par de años como locales en Padrón. Después lo hicimos en Caldas y en la Escuela Naval de Marín. En el 2005, al fin conseguimos jugar en casa, en el CGTD», recuerda Javi de Saa. A partir de ese momento, lo que había comenzado como un entretenimiento entre amigos, no paró de crecer. Y así, en septiembre del año pasado, llegó la fusión con el Club Galaico-Sercoysa, que quería ampliar su oferta deportiva con un equipo de waterpolo. Hoy, Javi de Saa dirige a ochenta waterpolistas de todas las edades, que ya celebran títulos autonómicos, algo difícil de imaginar hace poco más de diez años.

Atrás quedaron los tiempos de los entrenamientos sin porterías. Lo que perdura, es la ilusión con la que empezó todo.

el waterpolo se consolida en pontevedra