Trabajar entre el cielo y la tierra

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Los alumnos de la Escuela Naval aprenden nociones básicas de vuelo

30 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Desde el cielo, las rías de Pontevedra y Arousa ofrecen una belleza difícilmente imaginable con los pies en el suelo. Las villas, tanto marineras como del interior, y centenares de aldeas, dispersas por los montes y valles de la comarca, así como la ciudad de Pontevedra, deslumbran al sol del mediodía como un cuadro impresionista lleno de matices de color y de juegos de luz.

El vuelo engancha y a un neófito más aún. Ante la emoción de elevarse a trescientos metros de altura y poder divisar los pequeños detalles allá abajo, se entiende el atractivo que estos vuelos de ambientación tienen para los alumnos de la Escuela Naval. Y es que los tres helicópteros militares que surcan los cielos de la comarca dos veces al año tienen como objetivo captar la atención de los aspirantes a oficiales de la Armada. Se busca incentivar a aquellos que tienen dotes naturales para el vuelo y que puedan prestar sus servicios en las escuadrillas de aeronaves. Según las circunstancias, estos helicópteros prestan tareas de apoyo logístico a los buques, participan en maniobras y también desempeñan tareas de vigilancia como campañas contra incendios y de protección de vías férreas o de rutas marítimas. En caso de operaciones militares también están preparados para hacer misiones antiaéreas, antisubmarinas y respaldo a la Infantería de Marina.

Los tres helicópteros, comandados por Jorge Touza, jefe de la escuadrilla desplazada a Marín, desde su base en Rota, tienen como destinatarios a los alumnos de Segundo y Cuarto curso, dentro del programa de estudios de la institución militar marinense. En la Escuela Naval se considera este curso como un «pilar básico» para la formación aeronaval de los futuros oficiales. El curso consta de una conferencia específica sobre estos aparatos y sobre la seguridad del vuelo. Después viene lo mejor, dos horas por alumno volando por el espacio aéreo y con partida y llegada al helipuerto de Marín. Los mejores entre los que demuestren interés por esta unidad aérea serán preseleccionados para pasar un tiempo en Rota, donde se finalizará el proceso de formación de estos oficiales aeronavales, que se integrarán después en las escuadrillas de la Armada.