El Enmacosa Monte Porreiro es cada vez más internacional

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

30 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Daniel Conic eligió Pontevedra. La ciudad del Lérez se convirtió en su primer destino profesional lejos de la frontera Serbia. El joven de 25 años hace solo diez días que se encuentra fuera de casa, y lo hizo para fichar por el Club de Tenis de Mesa de Monte Porreiro.

Este deporte ya le permitió viajar a lugares como Hungría y Japón, pero esos desplazamientos implicaban defender la camiseta serbia en el último torneo europeo y en el último campeonato mundial.

«A mí padre le gustaba el tenis de mesa y un día me puso a jugar», precisó Conic, que con un diccionario y un programa de Internet está aprendido español a velocidad de crucero. «Mi padre me enseñó, pero luego me gustó y seguí jugando», añadió.

Conic firmó un contrato por un año de duración con el Enmacosa Monte Porreiro, club que este año logró el ascenso a División de Honor por primera vez en su historia. La categoría es la segunda más alta del tenis de mesa en España.

Dejó atrás su patria porque allí «no hay dinero, y está todo muy mal». Comparte piso con otro jugador extranjero del equipo, el rumano Libiu Pedroaika. Ambos viven en Monte Porreiro, a pocos metros de la sede del equipo, entidad nacida hace poco más de una década.

Casi a diario, habla con sus padres y con su novia a través de Internet. Antes de llegar a Galicia, el joven jugaba con el Partizan de Belgrado.

Los jugadores entrenan una media de diez sesiones semanales. Cada entrenamiento es de poco menos de dos horas. De momento, todo marcha bien. Conic se estrenó la semana pasada ganando su partido. Su equipo también se hizo con el triunfo en su estreno en la División de Honor.

«El objetivo del equipo es no descender», precisa Lucho Álvarez, presidente del club. «Tenemos una buena plantilla, y Daniel Conic nos dará alegrías. Es muy bueno», destaca. Y todo con un presupuesto anual de 42.000 euros. «Lucharemos y ya veremos como vamos a mitad de temporada».