Los hosteleros ofrecen menús por una media de treinta euros
31 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La gastronomía es una de las partes más importantes y tradicionales de la Feira Franca que se celebra este fin de semana en Pontevedra.
En la Edad Media, los nobles y los mercaderes adinerados incluían en su dieta frutos secos, almendras y especias asiáticas. En cambio los campesinos comían un pan hecho de trigo mezclado con centeno o avena, verduras y algo de carne. Todos y cada uno de estos manjares completaban infinitos menús cocinados en cada casa. Los que podrán degustar los asistentes a la cita de este sábado serán muy distintos.
Empanadas caseras, algo de marisco, carnes estofadas, con todo tipo de salsas y guarniciones, y postres de lo más tradicional a lo más exquisito se podrán degustar en los numerosos menús que están preparando los hosteleros de los restaurantes situados en el entorno donde se desarrollará esta reconocida recreación del medievo.
En la Praza da Leña, Iñaki Bretal, chef del Eirado da leña, afirmó que ya está todo listo para recibir a los participantes. «Ofrecemos un menú por 30 euros que incluye desde empanada hasta postre y bebida», aseguró añadiendo que «estaremos disfrazados y decoraremos el local para la ocasión». Según afirmó, está casi todo completo y podrán atender, entre los tres establecimientos que tienen en la plaza, a cerca de 500 personas.
La Praza do Teucro, es otro de los lugares que albergará muchos comensales. En el restaurante La Cámara, Francisco Vincelle afirmó que «el ochenta por ciento de los clientes reservan de un año a otro porque terminan muy contentos». Un menú completo por 35 euros es lo que se degustará aquí, pero no todos los bares tienen ofertas especiales de Feria Franca, ni todos hacen reservas. En otros casos, como en La Tienda de Clara, «el que coja sitio podrá cenar».
Bares con el cupo lleno organizan turnos dobles para comer, otros sirven a la carta los menús habituales... Las variantes son muchas, pero por un coste medio de 30 euros se podrá completar la fiesta con una cena que se ha convertido en la salvación de muchos hosteleros. Y es que impulsar el negocio, a principios de un mes que suele ser flojo, es lo que desean con los miles de comensales que se espera que acudan a la celebración.