«É un milagre salvar vidas, é un milagre poder vivir outra vez»

R. Fontoira PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El Sergas buscará hoy donantes en la plaza de España

21 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Mari Carmen es madre. Pero no solo de su hijo, fallecido a los diecisiete años. También es madre de los enfermos que salvaron su vida gracias a la donación de órganos y tejidos de un joven solidario. «Nada te consuela en la pérdida de un hijo, pero sabes que estás dando vida». La emocionada madre, cómplice de un regalo vitalicio, resaltó ayer que ninguno de los receptores «tuvo rechazo» en el trasplante, por lo que «sus familias están disfrutando de ellos».

Al igual que ella, la asociación de Donantes y Receptores de Órganos de Vigo (Adrovi) celebra hoy el Día del Receptor de Órganos. El centro neurálgico de la jornada será la plaza de España de Pontevedra, donde una unidad móvil del Sergas estará captando donantes durante toda el día.

La organización presidida por Celso García lleva cinco años trabajando en la provincia y ya consiguieron ponerla «en cabeza na porcentaxe de doantes». Sin embargo, el doctor Arruti, coordinador de trasplantes del Chop, recordó que la tasa gallega de negaciones familiares es «superior á media do Estado».

Para invertir la tendencia, ayer, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, quiso dar ejemplo al firmar el formulario que lo certifica como donante. Una rúbrica que permite lo que Celso García define como «o milagre de salvar vidas».

La falta de «información no rural», apunta García, es un problema que se espera solucionar con campañas como estas. «Nunca sabemos cando imos precisar un órgano, e sen doante non hai trasplante», puntualizó Arruti.

Son las familias las que tienen la última palabra. Si, como la de Mari Carmen, la voluntad es donar, lo mejor es comunicarlo en los círculos más cercanos, además de conseguir el carné de donante que, en palabras del doctor Arruti, «facilita mucho las cosas» y se puede solicitar en cualquier centro de salud.

Cada cifra es una persona, y el año pasado se contabilizaron en Galicia un total de 281 trasplantes. En la otra cara de la moneda están los más de cuatrocientos «doentes de riñón en lista de espera». El anhelo y la angustia se entrecruzan, pero el final milagroso está a la distancia de una firma que exhala generosidad.