Peligro a falta de una ronda

alberto castroverde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El paso a nivel donde se registró el accidente de Liborei suple una vía autonómica con poco gálibo y la crónica carencia de vías perimetrales

21 jul 2011 . Actualizado a las 10:27 h.

¿Es posible que vuelvan a repetirse accidentes como el del pasado lunes en el paso a nivel de Liborei? En el lugar de los hechos la respuesta no ofrecía dudas para muchos vecinos: puede pasar de nuevo en los próximos meses por falta de alternativas eficaces.

El problema es que entre San Antoniño-Barro y Pontevedra no existen conexiones eficientes entre las carreteras de Vilagarcía y de Santiago. La única vía autonómica que enlaza la N-550 y la PO-225 ni siquiera ofrece bajo las vías del tren gálibo suficiente para el tamaño de muchos vehículos pesados. Después de varios accidentes, en los que los camiones pegaron contra las vigas que sujetan el puente del ferrocarril en Alba, la Xunta colocó una señalización de advertencia. Pero, a día de hoy, ni ha ampliado el puente ni ha construido la ronda alternativa que se comprometió a realizar.

Y es que el tramo de la ronda urbana entre Tilve y San Caetano no ha pasado de las fases de proyectos y anteproyectos. Hace solo 48 horas, en el último encuentro Concello-Xunta, el tema volvió a salir a relucir. Desde Santiago se ofreció un proyecto sectorial para agilizar las expropiaciones. Pero, a la hora de hablar de financiarla, se respondió al Ayuntamiento que no sabían de dónde iban a sacar el dinero, según relató el alcalde.

Si la Xunta no ha impulsado este tramo de la ronda urbana, el Concello tampoco la ha financiado y se conformó en los últimos años con volver la mirada hacia Santiago. Resultado: no hay plazo para esta vía perimetral. Lo único que hay, según apuntan los vecinos, son unos pilares construidos a escasos metros de donde se produjo el accidente del tren. Son según dijeron, los soportes del futuro puente sobre las vías del AVE para la ronda urbana que evitará definitivamente accidentes como el del lunes.

Y es que, mientras no concluyan las obras del Eje Atlántico de Alta Velocidad y se clausuren todos los pasos a nivel, el de Liborei-Cerponzóns seguirá formando parte de esa malla de pistas y caminos por los que coches y camiones se buscan la vida al carecer de infraestructuras. A falta de una ronda, el peligro seguirá existiendo cada día mientras Concello y Xunta libran su particular partido de tenis..