Dos asesoras promocionan en la comarca la lactancia materna

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las madres se reunén cada mes en Vilagarcía para compartir experiencias

21 jun 2011 . Actualizado a las 11:52 h.

Hace unos días, una madre denunciaba que en la piscina de Vilagarcía le habían reprochado que estuviese dando públicamente el pecho a su hijo. Lo ocurrido desató las críticas del grupo Mámoa-Vilagarcía de Apoyo a la Lactancia, un colectivo que hasta la fecha no era muy conocido pero que promociona desde hace diez años en Galicia el derecho de las madres a dar el pecho a sus hijos, y el de sus hijos a recibir una alimentación natural. En Pontevedra hay un grupo, y otro en O Salnés.

Los grupos se sustentan en la necesidad de las madres de encontrar ayuda, asesoramiento y compañía de otras mujeres que disfrutan también de ese momento tan especial. Cuentan además con asesoras, que son voluntarias con titulación adecuada y que dedican su tiempo libre a informar y apoyar a las mujeres que dan o quieren dar el pecho a sus hijos. En Pontevedra hay en la actualidad cinco asesoras, y dos en O Salnés. El grupo con sede en la capital de la provincia se reúne cuatro veces al mes, y en Vilagarcía suele haber una sesión cada treinta días. Las mujeres de Pontevedra lo hacen en el centro de salud, mientras que las de Vilagarcía se dan cita en el domicilio particular de una de las asesoras. En el último año, un centenar de madres pasaron por los centros.

Sonia García es una de las asesoras de Pontevedra. Tuvo a su hijo, Hugo, hace 26 meses, y le sigue dando el pecho, tarea que compagina con su trabajo y con las horas que dedica al grupo de apoyo. «Mi bebé fue prematuro -recuerda-. Al principio tuve algún problema con la lactancia y por gente que conocía encontré el apoyo necesario. Me enteré de las reuniones y así fue cómo nos juntamos un grupo con ganas de compartir experiencias».

Las mujeres buscan apoyo dentro del grupo, y fuera de él luchan por el derecho que les asiste a elegir una alimentación natural para sus hijos. «Estamos en una sociedad en la que se ha perdido la cultura de amamantar, nosotras mismas somos hijas de la generación del biberón». Situaciones como las que vivió una madre en la piscina de Vilagarcía son frecuentes, y es uno de los campos de batalla de los grupos de apoyo a la lactancia materna. «Cada vez es más normal ver a mujeres amamantando en público, pero de todo hay. Que alguien lo vea como algo erótico es ridículo, porque es una decisión personal de la mujer, como llevar un escote grande o pequeño. Lo que está haciendo es alimentar a su hijo. Seguro que si lleva un biberón nadie le dice nada».

Mitos y falsas creencias

Mámoa lucha también contra los mitos y las falsas creencias que todavía perviven en torno a la lactancia, como la convicción de que es incompatible con los medicamentos, que duele o que crea una mayor dependencia del hijo. «Es todo falso. El 95% de los medicamentos son compatibles, y si duele es un problema fácilmente solucionable si se cuenta con el asesoramiento adecuado». En cuanto al desarrollo de los niños, hay estudios que aseguran que los criados con leche materna muestran un nivel superior de inteligencia.

Alguna corriente califica como un retroceso al rol tradicional de la mujer el empeño actual por defender la lactancia materna. Sonia García lo rechaza de pleno. «Ninguna de nosotras está en ese papel de quedarse en casa, esa es una visión muy radical. Lo único que defendemos es nuestro derecho a una crianza respetuosa, tan válida como hacer un paréntesis en tu vida laboral para criar a tu hijo».

La baja maternal

Porque esa es otra de las luchas. La del regreso al trabajo. Contra esa teoría que relega al hogar a la madre que amamanta, las estadísticas dicen que el perfil de la mujer que decide dar el pecho es el de una joven preparada, con estudios medios o superiores y en general, con un buen nivel económico. Casi siempre son trabajadoras. Sonia lo es. Y la incorporación laboral obliga a muchas madres a dejar el pecho. Los grupos de apoyo están en contra. Piden, por una parte, que se prolongue la baja, que en España es solo de 16 meses y en otros países se alarga hasta los dos años, y por otra, recomiendan hacer uso de las horas de lactancia o de métodos como el sacaleches.

¿Hasta cuándo? «Hasta que la madre y el hijo quieran. Es una decisión suya». En su caso, sigue amamantando al pequeño Hugo. ¿Por qué? «Porque es una forma de comunicación y de cariño, además de todos los beneficios que aporta para la salud. Es muy gratificante. Y sobre todo, un alimento ecológico. Y el más económico, no lo olvidemos».

«Tenemos una referencia estupenda y un gran ejemplo en la labor del Hospital do Salnés»

Sonia García

Período de lactancia

Se recomienda en exclusividad hasta los seis meses, y combinada con otros alimentos hasta los dos años

Beneficios para el lactante

Aporta todos los nutrientes necesarios, es inocua, ecológica y protege de enfermedades frecuentes

Beneficios para la madre

Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovarios y ayuda a recuperar el peso

Beneficios a largo plazo

Ayuda a mantener una buena salud toda la vida, previene de enfermedades y mejora los índices de inteligencia

¿Por qué no leche artificial?

No contiene anticuerpos como la materna y conlleva riesgos de enfermedades transmitidas

La lactancia y el VIH

Incluso en mujeres con VIH, la OMS recomienda la lactancia materna si no hay las suficientes garantías sanitarias para suministrar al bebé la artificial

Regulación de sucedáneos

Hay un código que regula la comercialización de otras leches, pero casi ningún país lo aplica

Apoyo a la madre

La lactancia requiere aprendizaje, por eso disponer de grupos de apoyo es fundamental

Derechos laborales

La OMS recomienda como mínimo 16 semanas de baja laboral para las madres, así como medidas para que puedan seguir dando el pecho una vez que se reincorporan al trabajo

Los nuevos alimentos

La introducción de otros alimentos a partir de los 6 meses es compatible con la lactancia materna, y no deben suministrarse con biberón