Amil celebra la cita de los Milagros más multitudinaria de los últimos cinco años
PONTEVEDRA
Desmayos y mareos de los peregrinos por la fatiga del camino y el calor fueron los principales incidentes
13 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La jornada del sábado ya auguraba que la cita de este año en Amil iba a ser multitudinaria. Sobre las siete y media de la tarde del sábado, las retenciones en los accesos se prolongaban durante más de cuarenta y cinco minutos. Durante todo la madrugada del sábado al domingo fueron llegando al santuario de los Milagros centenares de personas. Y ayer, domingo, la expectación era máxima.
Con misas rezadas cada hora en el santuario de Moraña, los efectivos encargados de la organización se afanaron durante todo el día para lograr poner orden. Las zonas donde se registraron mayores problemas, aunque ninguno grave, fueron en las áreas de estacionamiento más próximas al recinto. «En cinco anos é, sen dúbida, o día que máis xente houbo», explica uno de los integrantes del operativo de Protección Civil desplegado en Amil para acoger a los miles de romeros.
Los incidentes más habituales fueron los desmayos por lipotimias y golpes de calor tras hacer el camino hasta el santuario de la Virgen. La aglomeración de gente llegó incluso a dificultar las labores de atención sanitaria, aunque no pasaron de leves incidentes. Colas y circulación lenta durante varios kilómetros fueron la tónica dominante de una jornada a medio camino entre lo festivo y religioso. El próximo fin de semana también habrá misas en honor de nuestra señora de Guadalupe, con oficios religiosos a las 10 y 12 de la mañana y por la tarde a las 17, 18, 19 y 20 horas.
El buen tiempo reinante ayer favoreció la asistencia de miles de peregrinos, que se estiman en más de sesenta mil personas. Las carreteras y caminos de la comarca que se convierten en rutas de peregrinaje se llenaron de cientos de personas que hacían el camino a pie. El día grande de la romería se inició ayer a las seis de la mañana con la primera misa rezada. Después, una cada hora hasta la una de la tarde, hora de la misa solemne, seguida de la procesión por el campo del santuario.
La Virgen lució entonces el manto forrado de billetes donados por los asistentes, en lo que constituye uno de los momentos más singulares de la celebración religiosa, unida a la de los fieles pasando estampas y prendas de vestir por la imagen para lograr el amparo de la Virgen.
Momentos de especial solidaridad se vivieron a la llegada de los familiares de Sonia Iglesias, que peregrinaron para pedir que aparezca. ? ? ? Más información en la página 9