Trece edificios de Barcelos y cinco de Benito Corbal vertían, a través de la red de pluviales, las aguas fecales de 500 vecinos al río que se dio por saneado en el 2006
11 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Aquel 29 de abril del 2006 en el que el alcalde se zambulló frente al mercado en el puro Lérez, es posible que ni el regidor, ni la veintena de deportistas que le acompañaban, supiesen que las aguas fecales generadas por 500 vecinos del centro continuaban contaminando la ría en la zona del chapuzón. Una investigación del propio Concello, desarrollada más tarde y que conllevó incluso el empleo de cámaras robot, detectó 18 edificios que seguían enviando directamente sus aguas residuales al cauce a través de la red de pluviales.
A la concejala de Medio Ambiente Natural, Celia Alonso (PSdeG-PSOE), le llegaron datos de que algo fallaba. Inicialmente, se pensó que eran solo unas cuantas acometidas, pero la investigación con cámaras-robot condujo finalmente a cinco edificios de la calle Benito Corbal y a 13 de la plaza de Barcelos. Sus vertidos directos al puro Lérez a través de la tubería del agua de lluvia eran de tal importancia que, en el 2008, se pensó incluso en conectarla a la depuradora de Os Praceres para evitar la carga contaminante que llegaba al Lérez.
Hasta tres metros hubo que profundizar para encontrar estas conexiones contaminantes que datan de la fecha de construcción de los edificios y que tampoco fueron corregidas cuando el PP reformó la zona en la década de los 90. Ahora, unas obras realizadas por la empresa Aquagest con 51.000 euros del plan E han logrado poner fin a parte de los vertidos al impuro Lérez.
Y es que el caudal sucio es todavía importante. La propia concejala señaló ayer que, desde el 2007, hubo que separar la totalidad de las redes de pluviales y fecales en Monte Porreiro para que las aguas sucias no continuasen llegando al Lérez (está a punto de finalizar la de la calle Bélgica). Actuaciones similares se han desarrollado en Ponte Muíños (antiguo poblado de Celulosas), Padre Fernando Olmedo, Perfecto Feijoo, Augusto García Sánchez, Alcalde Hevia o Fernández Ladreda.
Es posible, sin embargo, que estas actuaciones sean solo la punta de un sucio iceberg de fecales directas a la ría a través del tubo de pluviales. La desconfianza es tal que la Xunta ha decidido construir en Mollavao un tanque de tormentas que recoja la mezcla de fecales y pluviales que se produce en días de lluvia. Luego, estas aguas serán enviadas poco a poco a la depuradora de Os Praceres -paradojas de la toponimia- a medida que mejore el tiempo. Y es que río Lérez y pureza nunca han coincidido, hasta el momento, en la región de la sinonimia más allá de la propaganda oficial.